Córdoba tiene pendiente aún incrementar en un tercio sus carriles bici

La ciudad de Córdoba tiene una configuración muy especial dentro del diseño general de las vías ciclistas en Andalucía. Es cabezona. No tiene tanto proyecto metropolitano porque su área de influencia no es tan relevante. En el caso urbano, fue de las primeras ciudades en empezar a tender carriles bici pero ese ímpetu inicial se fue frenando. El último proyecto de cierta relevancia acabado fue el de la Ronda del Marrubial. La consecuencia ha sido una red que se corta, que está inacabada, en un momento en el que los vehículos de dos ruedas (bicis pero también patinetes) empiezan a ser de uso ciertamente masivo.

Los últimos datos sobre uso de carriles bici están totalmente desactualizados. Dicen que el 1,63 por ciento de los usuarios utilizan la bici. Afirman que son mayoritariamente hombres (68,9 por ciento) y especialmente entre 25 y 34 años en el caso de los varones y entre 18 y 24 años en el caso de las mujeres. El problema es que esos datos se tomaron antes de la irrupción de los vehículos electrificados, los patinetes, que hoy son legión. La Ley de Tráfico más reciente explicó que los carriles bici son aptos para el uso de los vehículos de movilidad personal. Lo que antes podía ser una cuestión de minorías ha dejado de serlo.

Córdoba presenta casuísticas distintas ya se trate de carriles metropolitanos, urbanos dentro del Casco y urbanos fuera del mismo. La Junta de Andalucía programó distintas actuaciones que no llegó a ejecutar del todo a la hora de conectar los centros de población en la Vega. El eje Córdoba-Medina Azahara-Villarrubia se ha reemprendido en estos momentos siguiendo el eje de la carretera de Palma. Comprenderá accesos elevados o soterrados para conectar ambas márgenes de la A-431. Arrancará en la zona del viaducto, recientemente reformado para el uso de ciclistas.

El segundo eje que nunca se completó fue el de Alcolea. Sí se llevó a cabo la vía hasta el Campus de Rabanales pero lo que los papeles oficiales planteaban era su prolongación hasta la barriada ubicada más al Este y, de ahí, conectar con urbanizaciones como Encinares o El Sol. La conexión con Trassierra nunca se planteó por evidentes razones orográficas aunque sí un proyecto llamado Corredor Verde.

El segundo supuesto es el de las vías ciclistas del Casco donde no existe una separación física entre coches, peatones y ciclistas (o usuarios del patinete). El asunto ha generado un fuerte debate que se tuvo que solventar con una instrucción interna de la Policía Local para determinar a los agentes qué supuestos se pueden multar y cuáles quedan dentro del abrigo de la norma. Determinadas calles en determinadas circunstancias quedan dentro.

En el resto de la trama urbana, se han realizado varias modificaciones sobre los supuestos que contemplaba el Plan Andaluz de la Bicicleta. Son la incorporación mencionada del Marrubial y las Ollerías. Quedan pendientes una serie de infraestructuras de uso separado que afectan a varios distritos de la ciudad de Córdoba. Fundamentalmente, a la zona Sur y Este de Córdoba. Aparte, el Ayuntamiento creó un modelo mixto de carriles a principios de mandato donde es posible la coexistencia de tráfico rodado a motor a bajas velocidades y la presencia de bicis y patinetes eléctricos.

El Ayuntamiento de Córdoba lleva años gestionando una inversión suplementaria de más de un millón de euros con el propósito, precisamente, de cerrar esos tramos interrumpidos. Dependen de los fondos europeos Edusi, de digestión lenta, y se anunciaron en el anterior mandato aunque aún no han comenzado las obras. La presentación de ofertas de los cuatro lotes acabó en el mes de mayo y, desde entonces, se ha realizado la valoración de las propuestas de las empresas. No hay fecha para el inicio de las obras.

Los cuatro proyectos que se pondrán en marcha generarán unos tres kilómetros más de carril bici. Son el de la margen derecha de la trama urbana de la A-431 en su conexión con Periodista Quesada Chacón y Escritor Conde de Zamora (937 metros, el más largo y caro). El segundo es el de la avenida de Manolete usando el acerado Norte ( (692 metros). El tercero dotará al puente de San Rafael de una zona para ciclistas y patinetes en cada una de las aceras cada uno con una dirección conectando una de ellas a la Ronda de Isasa (683 metros, 340 por acerado). El último es el de la N-IV en su contacto con el puente del Arenal, que obligará a comerse parte de una zona verde por la falta de espacio (835 metros). En el ámbito de reformas urbanas, debería incorporarse pronto la prolongación prevista en el carril de la avenida de Trassierra, pendiente del inicio de las obras en la zona de la parroquia de las Margaritas.

Una clave también pendiente en todos los papeles realizados sobre la movilidad sostenible radica en el sistema de préstamos de bicicletas que en Córdoba es prácticamente inexistente. Se puso en marcha un proceso con IU en la Alcaldía que no tenía prácticamente bicis (eran unas sesenta) y que necesitaba de colas y esperas para conseguir el título para participar. La conclusión es que nunca ha funcionado de forma satisfactoria. En el mandato anterior se anunció un nuevo intento con 75 paradas y 500 bicicletas con el propósito de que todo vecino tuviese una a menos de 300 metros. Tampoco llegó a ponerse en marcha.