A-81: autovía a ninguna parte

Es evidente que los Ejecutivos de Mariano Rajoy, que duraron seis ejercicios y medio, no la hicieron carburar. Pero el 'y tú, más' qué solución da a un ciudadano que deba ir todos los días por la peligrosa N-432 -suma 11 muertos y 161 heridos en poco más de tres años en sus tramos cordobeses-. En cuanto a lo de presentarse como quienes han resucitado la A-81, debo pincharles el ego.

Con el PSOE en La Moncloa, se han visto y se están ejecutando obras de esta vía de alta capacidad en Granada, pero los tres tramos de nuestra provincia siguen atascados. En el Badajoz-Espiel, su Declaración de Impacto Ambiental, necesaria para poder seguir su tramitación, avanza al ritmo de un 600. Con el agravante de que entre Zafra y el citado municipio se hará una nueva carretera convencional, que en un futuro -sin fecha prevista- podría convertirse en autovía. Transportes alega que no hay carga de tráfico que justifique una infraestructura viaria de ese tipo. Es una razón endiablada: sin esos cuatro carriles, cada día habrá menos circulación por un Guadiato que no será atractivo para nuevos residentes mientras ve cómo sus vecinos toman la Nacional y otra vías para emigrar.

En cuanto a la parte de Espiel-Córdoba, se está a la espera de que tome velocidad administrativa después de que el Gobierno anunciara en noviembreque hay una previsión de 1,6 millones para licitar la redacción de su anteproyecto —no se sabe aún si será una carretera convencional o no—. Y el tramo entre la capital y Pinos Puente vive un stop eterno. El balance socialista no es para descorchar el champán. Con ellos en el Ejecutivo, la A-81 sigue siendo, muy a nuestro pesar, una autovía a ninguna parte.