El Ayuntamiento de Lucena se plantea dar marcha atrás en la subestación de Cabra

Aunque la anterior Corporación socialista dio por prácticamente cerrado el acuerdo a cuatro bandas, todo apunta a que la negociación está todavía verde. Así, el regidor lucentino ha explicado que el Consistorio trabaja sobre «varias opciones», incluida la de renunciar a participar en el proyecto egabrense, y optar por retomar la idea primigenia de una segunda instalación en Lucena, originalmente diseñada en El Zarpazo.

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Aurelio Fernández ha señalado que la próxima semana habrá una nueva reunión, en la que también participará la Consejería de Fomento. Será la cuarta en apenas un mes. Fernández reconocía que «el problema no es para Cabra ni para AVRA, sino para Lucena, que es quien debe aportar la mayor parte de esa nueva infraestructura».

En este momento lo crucial es «tener claras las necesidades de futuro de Lucena, qué propone Endesa como mejor opción y cuánto costará», así como disponer de «todas las garantías jurídicas» para que la solución adoptada no sea «tapar un agujero que se vuelva a abrir en unos pocos años».

Según las estimaciones iniciales, la subestación de Cabra tendría un coste cercano a los 6 millones de euros, de los que Lucena aportaría unos 2,5 millones, sumando las cantidades a abonar por el Ayuntamiento como propietario de algunos de los suelos afectados -unos 500.000 euros- y los distintos planes parciales que obtendrán suministro eléctrico.

La falta de esta subestación impide de momento nuevos desarrollos urbanísticos. La cuestión no es menor, sobre todo si se tiene en cuenta que la deficitaria situación de la subestación de Lucena ha hecho que Endesa lleve ya varios años sin garantizar el suministro eléctrico a nuevas promociones residenciales en zonas como El Zarpazo o el Plan Parcial Oeste 1.