Ambrosio mueve ficha para el tripartito y veta cualquier vía de diálogo con el PP

La segunda, indicó que «esta ronda no incluirá al Partido Popular ni a Unión Cordobesa». A juicio de la candidata ambas formaciones «están muy lejos del proyecto» de ciudad que los socialistas han defendido durante la pasada campaña electoral.

La alcaldable justifica esta medida en el hecho de que, «al ser la fuerza más votada de la izquierda, le corresponde tomar la iniciativa para intentar formar un gobierno progresista que acabe con las políticas insensibles del Partido Popular y ponga a las personas y sus problemas en el centro de la acción política del Ayuntamiento de Córdoba».

En su comunicado, Ambrosio incluso parece disculparse ante los cordobeses por la decisión de buscar un pacto a tres bandas para desbancar al PP y pone la tirita antes de la herida. «No quiero que este ofrecimiento sea mal interpretado por nadie, pero parece evidente que la sociedad cordobesa que ha votado por el cambio no entendería que como fuerza más votada de la izquierda no diera este paso de intentar encabezar un gobierno progresista».

Quien tampoco entiende el paso dado es el alcalde en funciones y candidato a la reelección por el PP, José Antonio Nieto, quien lamentó que el PSOE y su candidata «hayan mostrado por fin su verdadera intención y apueste por el sectarismo tras anunciar una ronda de encuentros en la que ha optado por excluir al PP, fuerza política que ganó las elecciones municipales en la capital».

Nieto considera que «mal empieza» Ambrosio cuando anuncia diálogo «dejando al margen a decenas de miles de cordobeses, demostrando una vez más la falta de respeto a los ciudadanos que eligen y votan a otras formaciones políticas en Córdoba». Y a continuación vino la puya. A su juicio, en un momento especialmente importante para la ciudad, como es el actual, «es necesario altura de miras y no excluir a nadie» y evitar casos como la exclusión de los socialistas, que han dado «una nueva muestra de sectarismo e incoherencia».

Nieto matizó que la exclusión del diálogo de formaciones políticas es «un camino equivocado y que está lejos de lo que han dictado los cordobeses en las urnas, cuyo resultado nos obliga a todos es hacer un esfuerzo por dialogar y alcanzar acuerdos». El alcaldable popular anunció que el PP también iniciará desde el lunes una ronda de contactos «con todos los partidos políticos con representación en el próximo Pleno Municipal».

En cuanto a la propuesta que podría defender Ganemos de una alcaldía rotatoria, aunque sin hacer mención expresa, Ambrosio criticó dicha medida.

En este sentido, propondrá al resto de fuerza políticas «un documento de trabajo con el que empezar a hablar» y que pretende ser «una herramienta que nos puede ayudar a articular el dialogo, ya que el resto de fuerzas políticas también tienen sus programas electorales, que son absolutamente respetables, y habrá que confrontarlos entre todos para llegar a puntos en común».

Acaba Ambrosio su comunicado con una curiosa contradicción. Si lo iniciaba anunciando un diálogo en el que excluía a PP y UCOR, la aspirante a alcaldesa lo cerró con su deseo de, «si se alcanza un acuerdo, que el gobierno municipal apueste por el diálogo con todas las fuerzas políticas, agentes económicos, colectivos sociales y resto de administraciones públicas e instituciones, para llegar a consensos en los grandes temas de la ciudad».

Por otro lado, pese a pregonar en campaña electoral que la estrategia de IU era echar al PP del Ayuntamienoto, el alcaldable de la coalición de izquierdas, Pedro García, se mostró ayer excesivamente cauto ante la llamada de ABC para conocer su opinión sobre las intenciones de Ambrosio.

García indicó que el lunes valorarán el paso dado por la candidata socialista para fraguar el «frente anti-PP» en la ejecutiva provincial. «Hasta entonces no va a haber nada», señaló.

Respecto a la propuesta que de la corriente que cuenta con el respaldo de Julio Anguita y que se intengra en Ganemos Córdoba sobre la alcaldía rotativa, el alcaldable de IU matizó que «en el caso de un acuerdo programático entre los tres partidos de izquierda, cualquier opción es válida y todo está abierto».