García Casado: «Escribir es una incomodidad; uno quisiera ser lector siempre»

«García» es el cuarto libro de un autor que publica muy espaciadamente. «En los libros anteriores, quizá me podía permitir una postura más áspera en el mundo, incluso más distanciada. Tengo la sensación de que en las cosas que nos ocurren uno ya no es un sujetivo pasivo, sino una parte activa de lo que pasa. Uno es algo por lo que pasa la vida, sino un agente de la propia vida», admite. Al poeta el acto de escribir le sirve para conocer. «Uno escribe cosas y luego piensa sobre ellas y hace un descubrimiento personal sobre uno mismo, que tiene que decir algo. Sé que esto me pone en un territorio un poco más mágico, como que la escritura es un territorio de revelación. En un escritor realista como yo, parece contradictorio», cuenta.

García Casado escribe, pero tiene sobre todo vocación de lector. «Lo normal es leer. Escribir no diré que sea patológico, pero de alguna manera es una incomodidad, porque en el fondo uno quisiera ser lector siempre. Escribir significa poner en crisis el lenguaje y repensar muchas cosas de tu vida, y pensar es incómodo», confiesa el poeta, que relata cómo «uno no se encuentra siempre con lo que desea, y a veces incluso escribiendo se encuentra con cosas que no desea». Hace tiempo, dice, se sentía incómodo cuando pasaban meses o años sin escribir. «Ahora siento esa laguna, pero sé que llegará el momento, más tarde o más temprano», concluye.