Las alumnas de Monedero, bien «tapadas» en clase y tutorías «siempre con la puerta abierta»
Alumnos del politólogo en la Complutense, a ABC: «Nos extraña que sorprenda porque todos lo sabían»
Un excolaborador de Pablo Iglesias desvela acosos sexuales de Monedero
Editorial | La izquierda y la mujer
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El caso Monedero, desvelado por ABC el pasado miércoles, no ha causado extrañeza alguna en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, donde imparte clase el fundador de Podemos. «Me sorprende que sorprenda», relata a este diario un joven ... que fue alumno de Monedero el curso pasado, en concreto en la asignatura de Teoría y Práctica de las Democracias.
Asegura este estudiante que «todos» en el campus, incluidos profesores y la dirección de la facultad, lo sabían, motivo por el que le pusieron normas hace años. «No podía estar a solas con estudiantes y cuando hay revisión de exámenes en su despacho, tienes que tener la puerta abierta», relata. Y otros alumnos aseguran que, aún así, se viven situaciones «muy incómodas» dentro del habitáculo.
«Si tienes a Monedero como profesor sabes desde el primer día que si eres hombre no te tienes que preocupar, pero si eres mujer, intenta no estar a solas con él y en las clases ve lo más tapada posible, aunque haga calor», narra con una naturalidad propia de una situación cuando menos anómala pero tan incardinada como para normalizarla. «Lo dicen todas las compañeras, los profesores, todo el mundo. Y da igual que seas de derechas, de izquierdas, liberal o conservador, todos sabemos quién es Monedero», sentencia.
«En clase no es estático, se va moviendo por todo el aula, en la pizarra, al final, entre los estudiantes... y se le escapan miradas a las chicas, situaciones muy incómodas, porque con el profesor hay una relación de poder», describe este estudiante del campus de Somosaguas.
Con la misma naturalidad cuenta que «dentro de la facultad estas medidas han funcionado, está controlado», y que no ha presenciado tocamientos u otros abusos. También es pesimista sobre las consecuencias del escándalo, pese a que la Complutense ha reconocido que tiene un procedimiento abierto por una denuncia de una alumna: «La Complutense no va a hacer nada, sólo postureo. Van a quedar bien y ya está. Lleva 30 años dando clase, tiene 62 años, le quedan tres o cuatro, y para lo que le queda, lo dejan así, a la espera de que se jubile, pese a que es un infierno tenerlo como profesor».
Los pasillos del centro están empapelados con impresos feministas y grafitis hechos con espray morado. La facultad se muestra mansa después del mediodía. Fuera, varias cámaras de televisión entrevistan a los alumnos que salen de clase. «¿Os habéis enterado de lo de Monedero?», pregunta una joven a su grupo de compañeras a las puertas de la cafetería. El resto, en un pequeño corrillo, asiente con la cabeza. Se muestran indiferentes, casi impasibles, ante lo sucedido: «No nos sorprende que Monedero sea un acosador, nos sorprende que esto haya tardado tanto en darse a conocer públicamente».
«Desde hace años»
«Dentro de la facultad, es algo de lo que se lleva hablando desde hace ya años. Rumores sobre Monedero y el trato favorable hacia sus alumnas. «Eso es cierto. En sus clases -adoctrinamiento puro y duro, por cierto-, a los chicos casi ni nos mira, pero sí se dirige directamente a las chicas», apunta un joven que se une a la improvisada reunión. «Actitudes muy raras, en definitiva. Y para nada propias de un profesor».
«Yo estoy en shock desde que leí la noticia», expresa una estudiante, alumna del político desde hace un par de meses. «Tengo clase con él el martes que viene y ya me estoy sintiendo un poco incómoda». El resto de jóvenes, huyen despavoridas al preguntarles si han tenido en algún momento relación profesor-alumno con el cofundador de Podemos. «No, por Dios. Mejor que no», expresan al unísono.
Una de las presentes saca su teléfono móvil. «Mira», indica. En la pantalla aparece una fotografía de un mural expuesto en la misma cafetería en la que se produce la conversación. Es del año 2022. Está cubierto de hojas de papel con algunas de las caras de diversos profesores de la facultad -«porque no es sólo Monedero, son muchos más»-. El politólogo aparece en varias. «Acosador», le tachan. Nació el mural para reivindicar el 8-M de aquel año. «Hace tres años», insisten. «No es algo nuevo, como podréis comprobar».
Seguidamente, lee una pequeña conversación que han tenido, a raíz de hacerse pública la noticia, en un grupo de WhatsApp: «Es muy amigo de la decana, María Esther del Campo García. La facultad se va a poner de su lado. Es importante que todos los alumnos nos movilicemos, o no podremos avanzar».
Los alumnos, en Somosaguas, están decepcionados. No se sienten apoyados por la Complutense, universidad que lleva por bandera el discurso feminista: «¿Para qué está el punto morado en esta universidad si llevan años ignorando este tipo de acusaciones?».
Aseguran que incluso se han producido pequeñas conversaciones entre alumnos y profesoras sobre el caso Monedero en las que las mismas docentes admiten las actitudes «extrañas» del político. «Me dan escalofríos», señala Elena, estudiante de Políticas.
Charla a la salida de la facultad. «Aquí dentro, Monedero es una persona que, injustamente, puede hacer lo que quiera. Tiene un trato favorable, sin duda. Es inadmisible el papel que está teniendo la facultad con respecto a este tema. No dejamos de hablar de posibles agresiones sexuales», sentencia.
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