Suscribete a
ABC Premium

En las tinieblas del poder

Las intrigas forman parte del ADN político de Rubalcaba, especialista en revolverse en situaciones extremas

En las tinieblas del poder ABC

MARIANO CALLEJA

Un joven y atleta Alfredo Pérez Rubalcaba corrió en 1975 los 100 metros lisos en 10,9 segundos. La proeza de aquel cántabro de 24 años ha servido ahora a José Luis Rodríguez Zapatero para definirle como un «esprínter» capaz de ganar las ... elecciones en 10 meses. O en tres días, como ocurrió en 2004, le faltó decir al presidente del Gobierno. Lo de «esprínter» es el último epíteto que se acopla a Rubalcaba, en una larga lista de adjetivos que dibujan, por sí solos, el perfil de uno de los políticos más peculiares de la democracia española: se le ha llamado calculador, maquiavélico («Maquiavelo era alumno de Rubalcaba», «twiteaba» el sábado un dirigente del PP ), intrigante, «genio tenebroso», incombustible, superviviente, astuto, brillante, buen comunicador, «drogadicto del poder», «el Fouché español», Rasputín e incluso hipocondríaco, y, por supuesto, madridista a muerte.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia