«Nos ha impresionado que no se quejaba tanto para lo que hemos encontrado»
El Monarca ha pedido al médico una rehabilitación intensiva, como la de los deportistas
«Cuando hemos entrado en la rodilla nos ha llamado la atención que había lesiones importantes y nos han impresionado porque el paciente no se quejaba tanto para lo que hemos encontrado. Es una persona muy dura, muy sufrida. Incluso, tenía el hueso expuesto al ... roce con el hueso al que se enfrenta en la articulación». Así explicó el doctor Ángel Villamor, acostumbrado a ver lesiones muy impactantes, cómo transcurrió la intervención quirúrgica que ayer realizó al Rey en la rodilla derecha. El médico, que acababa de visitar a Don Juan Carlos, que permanecía en Observación, aseguró que estaba «fantástico, sonriente y muy animado» después de la intervención de artroplastia.
Noticias relacionadas
El doctor Villamor compareció en rueda de prensa acompañado por el doctor Avelino Barrós, jefe del servicio médico de la Casa del Rey, para informar de la operación realizada a Don Juan Carlos en la mañana de ayer.
Se le quitaron dos tornillos
Los facultativos explicaron que al Monarca primero se le retiraron los dos tornillos que se le habían colocado hace veinte años, en la operación quirúrgica a la que fue sometido en 1991 en la Clínica Puerta de Hierro, tras sufrir un accidente de esquí en el que se lesionó la rodilla. Añadieron que a través de una incisión de diez centímetros en la cara anterior de la rodilla, le limpiaron y prepararon las superficies articulares lesionadas para colocar después las piezas protésicas.
Las prótesis que se le han implantado están compuestas en su mayor parte de titanio, un material resistente y liviano, y recubiertas por metal poroso, que facilita el crecimiento óseo y la fijación. La superficie de fricción entre una y otra se compone de una alineación de cromo-cobalto y un polietileno de alta densidad que le confieren deslizamiento y durabilidad.
Autotransfusión de sangre
La operación terminó con el cierre de la herida y la colocación de un drenaje, que permite recuperar la sangre y reutilizarla, ya que se reinyecta de nuevo por vía intravenosa, a modo de autotransfusión. A Don Juan Carlos también se le inmovilizó la pierna con un vendaje compresivo, que se le retirará hoy para sustituirlo por una media que le permita empezar a moverse y caminar.
«Con la intervención, se buscaba poner fin al dolor que sufría el Rey —explicó el doctor Villamor—, pero también evitar las consecuencias que podía acarrear el hecho de que Don Juan Carlos fuera tirando de una rodilla dolorosa y sobrecargara otras articulaciones». El doctor Barrós aclaró que la intervención de ayer no es consecuencia de ningún «mal tratamiento previo», sino de «la evolución natural de una lesión de hace veinte años».
El médico se felicitó porque «no hemos tenido ninguna complicación, a pesar de que fuera un paciente “recomendado” —bromeó—. Todo ha salido perfecto», dijo y relató que «el deseo principal de Don Juan Carlos es recuperarse como los deportistas profesionales que operamos, porque quiere incorporarse del modo más inmediato posible a sus obligaciones».
Para ello hoy empezará una fisioterapia intensiva, con varias sesiones al día, en la que comenzará a caminar y a fortalecer el músculo. La idea es darle el alta hospitalaria en tres o cuatro días, aunque luego siga con rehabilitación fuera de la clínica. El Rey necesitará utilizar muletas durante dos o tres semanas y en un mes o mes y medio podrá recuperar su actividad habitual. «Contamos con un espíritu de deportista profesional —agregó Villamor—. En estos años nos ha demostrado una capacidad de sufrimiento y unas ganas de recuperarse importantes».
Ver comentarios