Azkuna admite que «hay más pintadas proetarras que nunca»

Lo que para el alcalde bilbaíno es un ambiente «templado» en el terreno de lo político, se convierte en algunos casos en delito a ojos de la Justicia. Así lo ha entendido el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu al prohibir tres actos que la comparsa proetarra «Kaskagorri» tenía previsto celebrar durante dos días en favor de los presos y huídos de la banda terrorista ETA: una comida (ayer, día 25), un brindis (medianoche del día 25) y otra comida con familiares (hoy, día 26). En una resolución dictada ayer tras recibir los informes de la Fiscalía y de la Policía Autónoma Vasca, el magistrado asegura que las actividades programadas por la citada comparsa pretenden «enaltecer tanto a la organización terrorista ETA como a las personas que en dicha banda se encuentran integradas, como los delitos que por ella se han cometido». Los hechos fueron denunciados por Dignidad y Justicia y por la Asociación de Víctimas del Terrorismo.

Al conocer la prohibición judicial, «Kaskagorri» —que desde 2009 está inhabilitada por el Consistorio bilbaíno para montar su caseta en las fiestas por haber exhibido fotos de terroristas— remitió a la Audiencia Nacional, vía Ministerio del Interior, un escrito en el que asegura que «no hay motivo para prohibir nada» porque no se va a celebrar ningún acto de apoyo a los presos de ETA. Según informa Efe, a las cuatro de la tarde de ayer, y pese al auto del juez, ya había comenzado la comida en el recinto ferial bilbaíno.

A estos hechos se refirió Bildu. La edil de la coalición en el Ayuntamiento de Bilbao Aitziber Ibaibarriaga calificó de «error» la prohibición de los actos de «Kaskagorri» porque «no aporta nada al nuevo clima político» y podría «distorsionar» la «normalidad» de las celebraciones. En su opinión, «todo tipo de reivindicaciones tienen cabida en las fiestas».

El juez Andreu recuerda en su auto que, según la más reciente jurisprudencia del Tribunal Supremo, «la mera alabanza o justificación genérica bien de los actos terroristas bien de quienes los efectuaron» constituye un acto de enaltecimiento del terrorismo. Y se entiende como «alabanza» a los miembros de ETA la «exposición estadística de imágenes al alcance del público» y «la publicación en la web de la reivindicación de su presencia en las fiestas».

La finalidad de este tipo delictivo, añade el auto, no es otra que «combatir la actuación dirigida a la promoción pública de quienes ocasionaron un grave quebranto en el régimen de libertades y en la paz de la comunidad con sus actos criminales». De ahí que haya que «abortar toda clase de justificación y apoyo» a los atentados cometidos contra el propio sistema democrático.

El lenguaje utilizado por «Kaskagorri» también es relevante. En sus informes, que el juez ha tenido en cuenta en su resolución, tanto la Ertzaintza como el fiscal ponen de manifiesto que tras el término «represaliados» usado por la comparsa se «oculta» lo que «verdaderamente se pretende»: efectuar un homenaje a los presos y otras personas del entorno de ETA. «”Exaltar, enaltecer o glorificar” a delincuentes condenados por gravísimos actos de terrorismo», señala el magistrado textualmente.

Menciones a los «represaliados», en referencia a miembros de ETA, son habituales tanto en documentos de organizaciones ilegalizadas (KAS, Gestoras, EH) como en los comunicados de ETA y en los escritos de los propios etarras deportados a países de América o de África.