Zapatero da un paseo electoral en Falcon a Sócrates, que llegó a España en vuelo regular
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, organizó el primer sábado de campaña un «paseo electoral» en Falcon a su colega portugués, el socialista José Sócrates, con el que compartió mítines en Valencia y Coimbra. El asunto no tendría mayor relevancia si se pudiera ... entender que ambos mandatarios consideraban que ese encuentro iba a servir para potenciar las relaciones entre ambos gobiernos y que, por tanto, no se trataba meramente de una cuestión electoral. Pero el caso es que Sócrates no pensó eso o, al menos, consideró que el motivo fundamental del encuentro era asistir a actos conjuntos para pedir el voto el 7-J para los socialistas. Por ello, decidió viajar a España el día anterior en un vuelo regular de la compañía TAP; es decir, sin cargo a las arcas públicas de su país o, al menos, con un coste muy inferior.
Prensa portuguesa
El significativo episodio, que evidencia las distintas maneras de afrontar un viaje de estas características, fue desvelado ayer por los rotativos portugueses «Diario de Noticias» y «Público». El primero de ellos era más explícito en los detalles de la peripecia, que además relacionaba con el escándalo surgido en España por el uso abusivo del Falcon por parte de Zapatero.
Según esas informaciones periodísticas, el presidente del Gobierno luso, José Sócrates, llegó a España la noche del viernes 22 de mayo en vuelo regular de la compañía portuguesa TAP. Después de dormir en Madrid, la mañana siguiente se reunió con su colega español para asistir a un mitin conjunto en Valencia. En ese trayecto, los dos mandatarios ya utilizaron un Falcon de la Fuerza Aérea española, cuya hora de vuelo cuesta 2.000 euros, sin contar con los gastos de la tripulación. Los dos jefes de gobierno tomaron tierra en la capital del Turia al mediodía.
Siempre según esas informaciones periodísticas, tras asistir al acto electoral, Sócrates y Zapatero compartieron comida, después de la cual emprendieron de nuevo viaje, esta vez con destino a la ciudad portuguesa de Coimbra, donde ambos volvieron a participar en un mitin pasadas las siete de la tarde. Para ese desplazamiento volvieron a usar el Falcon puesto a disposición del jefe del Ejecutivo español.
Después del acto, y ya en solitario, Rodríguez Zapatero emprendió viaje de regreso a Madrid, adonde llegó con el tiempo suficiente para dormir en su residencia oficial del Palacio de La Moncloa.
El escándalo del Falcon comienza a preocupar seriamente tanto en Ferraz como en Moncloa, donde son conscientes de que lo peor que les puede ocurrir en un momento de crisis es que se asocie al presidente del Gobierno con el despilfarro. De ahí que cada día no sólo intenten buscar justificaciones -la seguridad, la última de ellas-, sino que hayan acusado al PP de hacer lo mismo en su etapa de Gobierno. El resultado de esta estrategia, de momento, resulta bastante pobre, pues primero «pincharon» en hueso con Aznar, y más tarde con Rajoy, Trillo y Arenas. El PP considera que las filtraciones sobre la utilización de aviones Falcon militares por parte de miembros del anterior gobierno son «erróneas e interesadas» y, por ello, pide a la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, que aclare su origen en el Congreso.
Por su parte, el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, implicado en otro escandalo estos días, aseguró ayer que «por motivos de seguridad» el presidente del Gobierno «siempre tiene que utilizar un avión militar» para sus desplazamientos de larga distancias, al tiempo que lamentó la «doble moral» del PP, que «ha hecho lo mismo» cuando gobernaba el PP.
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