Zapatero pactó con ETA cómo «gestionar los accidentes» del proceso, según «Gara»
MADRID. Si se comparan las palabras que pronunció José Luis Rodríguez Zapatero el 29 de junio de 2006 en los pasillos del Congreso, para anunciar el inicio del diálogo con ETA, con el texto previo
MADRID. Si se comparan las palabras que pronunció José Luis Rodríguez Zapatero el 29 de junio de 2006 en los pasillos del Congreso, para anunciar el inicio del diálogo con ETA, con el texto previo pactado entre el Gobierno y los terroristas para que lo ... leyera el presidente, según publicó ayer «Gara» -y recogido en exclusiva por ABC en parte de su edición-, se observa una coincidencia que resulta más que inquietante.
«El Gobierno respetará las decisiones de los ciudadanos vascos que adopten libremente, respetando las normas y procedimientos legales (...) en ausencia de todo tipo de violencia y de coacción». Estas son las palabras del presidente Zapatero, y estas otras, las que el Gobierno y ETA acordaron previamente para que las pronunciara Zapatero, según el mismo diario: «El Gobierno español respetará las decisiones que sobre su futuro adopten libremente los ciudadanos vascos. Dichas decisiones deberán ser adoptadas en ausencia de cualquier tipo de violencia o coacción, teniendo en cuenta los procedimientos legales (...)».
No es la única «coincidencia». La declaración de Zapatero parece un calco del contenido pactado por el Gobierno y ETA, sólo que en versión extendida.
Según «Gara», tanto el alto el fuego de ETA como la declaración de Zapatero fueron «largamente debatidas, maduradas y consensuadas por interlocutores de ambas partes entre julio y noviembre de 2005» en «un lejano país europeo». El acta del acuerdo se guardó por «la organización mediadora y es custodiada en un lugar seguro». La información no es nueva, ya que ABC desveló el 7 de octubre los contactos del Gobierno con ETA en Oslo y Suiza («Gobierno y ETA contactan en Oslo para abordar la negociación «armas por presos»»), y también, el 8 de noviembre, que «el centro Dunant custodia el único documento de los compromisos con ETA». El original, como adelantó este periódico, está guardado bajo llave en Suiza y no existen copias para evitar que sea filtrado.
La delegación de la banda asesina ETA y los representantes del Gobierno incluso pactaron, según «Gara», la gestión de los «accidentes» que pudieran producirse durante el proceso. Por «accidente» entendían el «incumplimiento puntual de las garantías pactadas». Justo antes del atentado en la T-4, Zapatero se refirió a los «trágicos accidentes mortales». El supuesto lapsus del presidente se repitió poco después, cuando el jefe del Ejecutivo volvió a hablar del «accidente» ocurrido en la T-4, que costó la vida a dos ecuatorianos.
«Violencia y pacificación»
Si se observa con detenimiento la declaración de Zapatero en junio de 2006 en los pasillos del Congreso, llama la atención el lenguaje empleado, en concreto la desaparición de la palabra «terrorista» y otros términos similares. El presidente del Gobierno se limitó a hablar de «la violencia», utilizó expresiones como «pacificación y normalización del País Vasco», y puso la guinda al subrayar que el Gobierno «respetará las decisiones de los vascos que adopten libremente», que era la «cuestión central», según «Gara».
En las reuniones del Gobierno y ETA durante 2005 se acordó también que la alusión al respeto de las «normas y procedimientos legales» significaba que éstas son «las vigentes en cada momento, pudiendo ser modificadas en el futuro», con el objetivo de que no sean «una limitación a la voluntad del pueblo vasco».
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