Es el principal reclamo y ahí que se dirigen. Con autobuses lanzadera para evitar el caos circulatorio, cientos de turistas llegan al mirador de Tajuya, en la isla de La Palma, para presenciar en vivo el rugido del volcán. Con mascarillas, gafas e incluso prismáticos. ... Ir y venir de maletas con llegada masiva de turistas por aire y por mar, tanto desde la península, como desde el resto del archipiélago canario. El final de un recorrido que cada vez se nota más en hoteles y restaurantes. Estampa de un turismo que lejos de algunas actitudes, se muestra solidario. Conscientes del dolor y de las necesidades económicas en una isla que no es la misma desde hace 41 días.
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