Barones socialistas reivindican la Carta Magna frente a los socios de Sánchez

Así, Emiliano García-Page se mostró convencido de que «la inmensa mayoría» de los ciudadanos de la región « entienden y apoyan » su defensa de España, de su Constitución y «en favor de la igualdad de oportunidades».

Del mismo modo, defendió que la libertad en España «está por encima de cualquier ideología política » y representa los logros alcanzados por las últimas generaciones «y los que necesitan las próximas».

El jefe del Ejecutivo autonómico valoró que el año que ayer finalizó, en el que se ha celebrado el 40 Aniversario de la Constitución, ha sido «muy importante» para el país: «Podemos elegir muchas fechas importantes , pero como español, político y presidente siento que estos 40 años han sido los mejores de la historia de España». Además, denunció que «hay gente que desde los extremos, la radicalidad y el insulto fácil busca el enfrentamiento para provecho propio».

Por su parte, Javier Fernández, reivindicó el valor de la Constitución y afirmó que la democracia ha supuesto un «despliegue de derechos, libertades y avances sociales que jamás habíamos alcanzado ». Fernández afirmó que, a pesar de todo, hay quienes «la deslegitiman» mediante una «demolición sistemática» de la transición. Fernández no desaprovechó la oportunidad de criticar el nacionalismo con motivo del mensaje de Fin de Año.

A su juicio, «hace mucho que los nacionalistas consiguieron colocar no solo en las agendas autonómicas sino también en la agenda política estatal , sus reivindicaciones en el ámbito competencial, sus reclamaciones de relación bilateral y su pretensión de estatus nacional».

Finalmente, Javier Lambán destacó los logros alcanzados en una comunidad que ha tratado a lo largo de esta legislatura de ofrecer seguridad existencial a los más vulnerables, así como derechos y oportunidades a todos, en un marco de estabilidad social, económica y política, al amparo del autogobierno.

En su discurso de Fin de Año, Lambán apeló a la unidad para recuperar la sensatez y el espíritu de consenso de 1978 frente a nacionalismos, populismos, la xenofobia o los frentismos de todo signo y a la necesidad de trasladar a la ciudadanía la confianza en las instituciones.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, se mostró confiado en poder «avanzar» en 2019 en el autogobierno vasco, asegurando que la « fragilidad del modelo de Estado » solo se puede superar trabajando un «nuevo consenso que asegure la convivencia en un marco plurinacional».

En su tradicional mensaje de fin de año, Urkullu realizó un balance de 2018, presentando sus retos para el próximo año con un deseo «compartido» e « inconformista » de mejora en diversos ámbitos, entre ellos el empleo y el autogobierno.

El presidente del País Vasco trasladó su «preocupación» por la situación política en el Estado y por la «acumulación de dificultades» en el entorno, que, según dijo, generan «inquietud, incertidumbre e incomodidad». En Euskadi, reconoció, existen también «problemas, desacuerdos y divisiones », pero puso en valor y mostró su «estima» por el «modelo» vasco, una forma de «respuesta diferente» basado en el «respeto, la moderación, el diálogo, la confianza y el acuerdo».

A su juicio, se trata de un « modelo propio que funciona y ha dado resultados», ya que el «microclima político vasco es positivo y constructivo», «al menos en mayor medida» que en otros lugares, algo que, añadió, debe aprovecharse.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo , apeló, en su tradicional discurso de Fin de Año, al espíritu de la Transición, al tiempo que cargó contra el desafío independentista catalán. Igualmente, advirtió de que Galicia «no va a callar» ante los «ataques sistemáticos» a la Constitución.

El discurso del presidente gallego giró en torno a la idea de «la libertad y la reconciliación », alcanzadas durante la Transición española, así como en la defensa del orden constitucional y de la convivencia.

Dentro de su apuesta por la cohesión, Núñez Feijóo defendió el papel de la Constitución española para seguir «progresando y avanzando» y, tras recordar la figura de Gerardo Fernández Albor, fallecido este 2018, puso en valor la importancia de esta «obra colectiva» y advirtió de que « las ideas excluyentes son causa de episodios como los que relata» la pintura «A derradeira leición do mestre», ante el que pronunció su discurso.

«Un año políticamente complejo para España». Así definió ayer el presidente de la Comunidad de Madrid, durante su discurso de Fin de Año, la situación que ha atravesado el país durante el 2018. En un directo mensaje hacia Cataluña, Ángel Garrido defendió la necesidad de que todas las regiones se compromentan con España para garantizar la «unidad nacional» y condenó cualquier fractura de la sociedad que vulnere el orden constitucional y el Estado de Derecho.

«No es hora de dudar de la legitimidad de nuestra democracia, sino de hacerla valer », subrayó el presidente regional, que puso especial énfasis en la obligación de mantener una «absoluta lealtad institucional».

«La Constitución es la respuesta al reto que vivimos . En ella encontramos una invitación a la convivencia, que es lo más valioso que poseemos», dijo Garrido, haciendo suya una reflexión del Rey Felipe VI. Asimismo, demandó que todas las Comunidades trabajen juntas «en un clima social tranquilo».

El presidente de Murcia, Fernando López Miras , dio la bienvenida a 2019 con un mensaje por la igualdad entre sexos y españoles y poniendo una vez más en el centro de sus reivindicaciones las infraestructuras y el trasvase Tajo-Segura, que supuso hace 40 años el «verdadero nacimiento» de esa región.

Con el teatro romano de Cartagena como telón de fondo, aseguró que es símbolo de la « mezcla de culturas » que históricamente han dado vida a la región y la han convertido en un «ejemplo de convivencia e igualdad», en «una tierra de acogida de todos aquellos que respetan su cultura, sus tradiciones y sus leyes».

Entre ellas, destacó la Constitución como «garantía de igualdad y derechos» y advirtió de que « buscar la ruptura y tratar de atribuirse desde una minoría la capacidad de decidir que nos corresponde a todos exige una posición firme y una respuesta contundente», por lo que no va a consentir que se rompa España, en referencia a las pretensiones soberanistas catalanas.