Seguridad Nacional alerta de los riesgos de que China implante su tecnología 5G

Dentro del contexto geopolítico se expone cómo «China, que ha logrado un gran desarrollo en la tecnología 5G y la Inteligencia Artificial, busca alcanzar una posición de preeminencia que le permita definir los estándares y protocolos técnicos e industriales, así como ostentar el liderazgo de inversiones extranjeras directas en los operadores de redes y servicios».

Hay que recordar que la penetración de la tecnología 5G china en países del ámbito OTAN o la UE -y el consecuente acceso a los datos que podría obtener el régimen chino- es una de las grandes preocupaciones -o ‘línea roja’- que EE.UU. ha impuesto a sus países aliados.

La nueva Estrategia de Seguridad Nacional, cuyas ideas centrales ya desgranó ABC el pasado sábado , subraya cómo «China ha redoblado sus esfuerzos por aumentar su peso en las organizaciones internacionales». Además, no se deja pasar por alto un dato: «China es la única economía del G20 que no sufrió recesión en 2020». El crecimiento fue de un 2,3%, pese a la pandemia.

Dentro de la descripción general por áreas , China también aparece en el apartado europeo para destacar la necesidad de que la UE siga avanzando en el desarrollo de su Política Común de Seguridad y Defensa, «frente a los desafíos derivados del empleo de estrategias híbridas y de posturas adversas de actores como China y Rusia o de fenómenos como el terrorismo».

El documento, de 75 páginas, que debe ser presentado antes de que finalice el año y al que aún se debe añadir la carta del presidente Pedro Sánchez, se hace eco igualmente del vacío aprovechado por Rusia y China -de nuevo su mención explícita- en determinados escenarios de Oriente Próximo tras el repliegue de EE.UU.

« El ascenso de China como potencia global se proyecta a través de su nueva ruta de la seda, su dominio tecnológico y una creciente presencia inversora en América Latina y África, así como países europeos», se insiste siempre en los capítulos donde se analiza la situación geopolítica internacional.

Ya en el capítulo de los dieciséis riesgos y amenazas a los que se enfrenta España, donde no se menciona a un país explícitamente, una de ellas está dedicada a la «Vulnerabilidad del ciberespacio». Se aborda la novedad que supondrá, precisamente, el despliegue de las redes 5G en España: «En el contexto de la cuarta revolución industrial, el despliegue de las redes 5G multiplicará la capilaridad de las redes y con ello aumentará de manera significativa su uso, no solo por usuarios sino en el segmento Internet de las Cosas y las comunicaciones máquina-a-máquina. Consecuentemente, se generará un aumento de la vulnerabilidad ante ciberataques en aparatos conectados a la red y servicios como el vehículo autónomo o las redes inteligentes».

El pasado mes de julio EE.UU., la UE y Reino Unido señalaron a China como responsable de una serie de ataques informáticos con el apoyo de cibercriminales dedicados a la extorsión de empresas y organismos públicos. Este tipo de olas de ciberdelitos será una tendencia, según la nueva Estrategia de Seguridad Nacional 2021.

Además, se advierte sobre otra tecnología que viene, la computación cuántica: «En el medio-largo plazo, el salto tecnológico que supone la computación cuántica permitirá usos difíciles de prever hoy en día en materia de comunicaciones seguras, cifrado y descifrado y sistemas de vigilancia avanzados, entre otros».

Otra de las amenazas de la nueva Estrategia de Seguridad Nacional versa sobre el «Espionaje e injerencias desde el exterior». Aquí se subraya que «la pertenencia de España a organizaciones como la Unión Europea y la OTAN hacen del país un objetivo atractivo», afectando no solo a instituciones españolas sino «otros sectores como, por ejemplo, a la industria de defensa , las infraestructuras críticas o la investigación científica y tecnológica, así como a otros ámbitos del sector privado».

Llama la atención -sin mencionar nacionalidad alguna- «los destacables esfuerzos de algunos actores extranjeros por influir sobre sus nacionales asentados en España, afectando a los derechos y libertades de los ciudadanos y, potencialmente, a la estabilidad social».

Por último, cabe subrayar otro riesgo a considerar dentro del ámbito de la influencia externa y «las amenazas a las infraestructuras críticas»: « La potencial pérdida de control sobre la capacidad de decisión estratégica a raíz de inversiones por actores, estatales o no estatales, con intereses no necesariamente alineados con la Seguridad Nacional».