Salvador Sostres
La salida
SALVADOR SOSTRES
Tres ideas: la prioridad de Mas no es la independencia sino recuperar el poder. Los socialistas están dispuestos a conceder a Cataluña lo que Rajoy le negó. Y Podemos podría limitar su exigencia de referendo al nuevo encaje de Cataluña en España que estas nuevas ... concesiones procurarían, sin poner por lo tanto en cuestión la soberanía nacional, y facilitando de este modo el pacto nacional con el PSOE.
Mas y su entorno celebran lo que ellos llaman la «jugada maestra» del acuerdo en el último minuto con la CUP. No tendrán que enfrentarse a unas elecciones que iban a perder seguro, continúan reteniendo a Esquerra, y el ya expresidente puede ocuparse de refundar Convergència mientras Puigdemont da la talla patriótica en la Generalitat. Y dentro de 18 meses, Mas podrá volver con un partido en condiciones, presumiendo de la heroicidad de haberse generosamente apartado, y derrotar a Esquerra, porque esto no es una guerra de Cataluña contra España sino una pugna por la hegemonía en el catalanismo político.
Es difícil de pronosticar si el escenario va a ser propicio para un regreso victorioso. Depende de si Puigdemont actúa como «president» o como secretaria de Mas; de cómo funcione su entendimiento con Junqueras y de la actitud de los antisistema. De fondo, está la idea de que Mas nunca ha sido demasiado querido por los catalanes y ha obtenido unos muy modestos resultados electorales.
El ya expresidente busca también una salida al enfrentamiento con el Estado: porque sabe que perderán, y para poder desligarse de ERC. El sector moderado de su partido ha abierto vías de comunicación con Podemos y con los socialistas. Convergència podría renunciar a reclamar la secesión a cambio de que el Gobierno se comprometa a realizar infraestructuras como el corredor del Mediterráneo y la conexión del puerto de Barcelona; transfiera la gestión del aeropuerto; ofrezca un nuevo acuerdo fiscal y acepte concesiones simbólicas como el blindaje de la inmersión lingüística o la posibilidad de que Cataluña pueda competir con sus propias selecciones.
Para el PSC -que lideró el incendiario nuevo Estaut- hacer este tipo de concesiones no sería nada extraño. Para Mas, que después de forzar los máximos de ese mismo Estatut, para dejar en evidencia a Esquerra, acudió a La Moncloa para rebajarlo con Zapatero, tampoco sería este giro traicionero nada atípico en su trayectoria.
Todo depende de si Podemos quiere gobernar o forzar unas próximas elecciones para obtener más. En cualquier caso, lo sustancial es que Convergència, con la independencia, ha visto su poder peligrar, y están dispuestos a sacrificar lo que sea y a quien sea para que esto no les pase nunca más.
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