Rajoy no renuncia a nada y sale a ganar pese al desgaste del PP

Corrupción

La carrera electoral que empieza ahora oficialmente la va a hacer el PP eminentemente en la calle: quieren acercarse a la sociedad , convencidos de que no han explicado lo suficiente –o no lo bastante claro– las cosas buenas que se han hecho durante el mandato que acaba de terminar.

También opinan que existe un número importante de personas que no dicen en las encuestas que van a votar al PP, aunque sí lo harán al final. Su mensaje electoral se va a centrar en dos ideas: o ellos o el caos es la primera , azuzando el miedo a que un cambio de dirección en el Gobierno pueda hacer peligrar la incipiente recuperación económica.

La otra es apelar a la experiencia como valor que sólo ellos pueden ofrecer: decirle al electorado que frente a ellos, los gobernantes que se han hecho cargo del país en las peores condiciones de las últimas décadas, sólo están los nuevos partidos y el líder socialista Pedro Sánchez, a los que dibujan como un grupo de jóvenes bisoños cuya capacidad de gestión es aún un misterio.

En la cúpula del PP creen que este partido volverá a ser la primera fuerza el 20-D, y el PSOE será la segunda. Lo basan en la fortaleza que tienen ambos partidos , dos grandes formaciones que se han turnado en el poder y que cuentan desde hace tiempo con fuertes estructuras provinciales.

Precisamente esta es la característica que los diferencia de los emergentes: «Ciudadanos y Podemos aún no han podido desarrollarse en las pequeñas provincias, y ahí no conseguirán escaños », indica un dirigente popular. De hecho, en estos territorios, donde se reparten dos escaños uno irá al PSOE y otro al PP, y en los que se eligen tres diputados, dos serán para uno de estos partidos y el otro para el segundo, sin que se espere que Ciudadanos o Podemos consigan entrar en el reparto.

Otro de los leit motiv de la campaña será explicar el grado de cumplimiento de su programa electoral. Para ello, el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado , puso en marcha una página web, www.cumpplimos.es , en la que se sigue milimétricamente qué se ha hecho con cada uno de los compromisos adquiridos. De acuerdo con sus datos, se han realizado el 92,5 por ciento de las promesas populares.

Desde la dirección nacional del partido se ha ordenado poner la máquina electoral a funcionar, empezando por los balances de legislatura que se van a realizar por todas las provincias:Casado irá a explicar estas realidades a diferentes lugares, empezando por Ávila, y también viajarán la secretaria general, María Dolores de Cospedal –que hoy estará en Aragón y La Rioja–, el resto de vicesecretarios, y el portavoz parlamentario Rafael Hernando –que presentará su balance en el Congreso de los diputados–.

También los ministros van a tomar parte muy activa en la campaña:la práctica totalidad de ellos –excepto tal vez Montoro, el que menos «vende» en los mítines – van a acompañar a Rajoy o realizarán actos en solitario.

Prácticamente todos los días habrá actos de precampaña, y los fines de semana el presidente se desplazará a algún punto de la geografía nacional para explicar lo hecho. Y durante esta semana, se centrarán en hacer balances de la legislatura en todas las provincias, apoyados en los diputados elegidos por cada una de ellas –y que aún no saben, en la mayoría de los casos, si repetirán en la lista popular.

Porque aunque Casado asegura que tanto el programa electoral como las candidaturas –que se conocerán en las próximas semanas– serán «muy potentes», más que las medidas de futuro, Rajoy va a basar su estrategia en las realidades del pasado : las que ya ha llevado a cabo. Su clave será hacer ver a los españoles «cómo estaba España en 2011 y cómo está ahora», señalan sus colaboradores.