«Quitando al «hijoputa»»
No hay político que se salve del peligro de dejar un micrófono abierto. Ayer se cobró una nueva víctima, en esta ocasión la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, cuya conversación de cinco minutos con su vicepresidente, Ignacio González, puso de manifiesto la ... tensión que se ha vivido en los nombramientos de los nuevos órganos de dirección de Caja Madrid.
A priori, era una conversación privada y supuestamente discreta entre Aguirre y su vicepresidente, Ignacio González, pero un micrófono mal cerrado la convirtió en pública, ya que pudo ser captada por los periodistas. La presidenta e Ignacio González se encontraban en Becerril de la Sierra, donde habían asistido a la firma de un convenio con alcaldes de la zona para promocionarla turísticamente.
Durante la fima,informa Ep, Aguirre empezó a interpelar a González sobre los diferentes cambios que se han producido en Caja Madrid, después de la disputa que ha mantenido con el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y que ha finalizado con la elección de Rodrigo Rato como presidente, y reconoce que ciertas informaciones la han dejado «de una pieza». En un momento de la conversación, entre fragmentos ininteligibles y diferentes sobreentendidos, la presidenta se descuelga con la siguiente frase: «Yo creo que nosotros hemos tenido la inmensa suerte de poderle dar un puesto a IU quitándoselo al «hijoputa»».
«No me refería al alcalde»
La polémica estaba cantada. La presidenta, cuando fue consciente de la repercusión que iban a tener sus palabras, se apresuró a matizar a ABC que el insulto no iba dirigido, «ni mucho menos, al alcalde»; es decir, a Alberto Ruiz-Gallardón, sino que se refería «a un consejero cuyo nombre no recuerdo». «Lo que yo quise decir es que hemos tenido la inmensa suerte de poner a IU. El pacto nos obligaba a que IU tuviera el mismo peso que en la Caja», asegura Aguirre.
«Pido disculpas -añade-a quien haya podido ofender» y añadió que «estas cosas pasan. A Chirac, a Reagan, a Rajoy, a Trillo, a Zapatero ... Yo, desde luego, me disculpo». Pero lo cierto, según Efe, es que uno de los órganos donde la tensión fue mayor en el proceso de renovación fue en la comisión de control, cuyo presidente era Fernando Serrano, considerado afín a Gallardón, y que sustituyó en su día a Pablo Abejas, de la confianza de Aguirre. Serrano dejó este órgano de control y llegó Rubén Cruz Orive, de IU.
Sin embargo, IU, protagonista involutario de este incidente, salió ayer al paso y sembró más confusión, al negar que a esta formación le hayan dado más representación de la que ya tenía en la entidad madrileña.
Noticias relacionadas
Ver comentarios