Prisión para dos anarquistas por atacar bancos en Madrid

El juez relata que la investigación, que se inició tras el incendio de una oficina bancaria de La Caixa en la calle madrileña de Cebreros, ha probado las actividades criminales del colectivo anarquista. González afirma que el grupo se caracteriza por «su radicalizada ideología anarquista» y su caracter de «organización criminal».

Explica que el grupo llevó a cabo la «difusión de innumerables consignas mediante las redes sociales para promover la violencia organizada con el fin último de subvertir el orden constitucional», así como la «participación de sus miembros en graves alteraciones del orden público y agresiones a las fuerzas de seguridad» y «los intentos reiterados de okupar inmuebles para destinarlos a centros sociales del colectivo». Sus miembros, todos jóvenes suboordinados al líder, eran individuos de ideología «anarcoinsurecionalista».

Con estos planes, el grupo criminal atacó dos sucursales bancarias en Madrid. Además de la oficina de La Caixa , los anarquistas habían atacado una oficina de Bankia también en la calle Cebreros, cuya imagen fue colgada en una página web que controlaba el grupo. El colectivo dejó su impronta a través de una pintada callejera. Desde la web, los anarquistas también hacían «llamamientos al sabotaje de entidades bancarias», reconocían sus ataques y hacían menciones expresas a «la necesidad de atacar a los bancos y a las fuerzas seguridad en el ejercicio de sus funciones».

El juez envió a prisión así a uno de los líderes del grupo, Juan Manuel Bustamente Vergara , y a uno de los participantes en los ataques, Borja Marquerie. Los demás, David Daniel Budzisewski, Francisco Javier Martínez Aguilar, Diego Hernández y Candela Betancor pagaron sus respectivas fianzas y eludieron la cárcel.