PP y PSOE exhiben su ruptura en vísperas de la reunión de Sánchez y Casado

Los últimos errores en la gestión del Gobierno, por el caos en el recuento del número de fallecidos a causa del coronavirus y por el fraude de las mascarillas falsas , «que han puesto en peligro la seguridad de los sanitarios», ha aumentado aún más, si cabe, la desconfianza del PP y la temperatura política. El secretario general de los populares, Teodoro García Egea , compareció ayer ante los medios de comunicación y subrayó que Sánchez solo lidera un Gobierno «roto», instalado en el caos y el desconcierto absoluto. Los populares suponen que el jefe del Ejecutivo informará a Casado de la nueva prórroga del estado de alarma, como ya dejó caer en el Pleno del Congreso. Pero ni siquiera sobre esto tienen ninguna certeza: la comunicación entre el Gobierno y el PP está rota, es inexistente, y los populares van conociendo las decisiones de La Moncloa a través de la prensa, según denuncian.

Sánchez ha conseguido que «España sea el país con medidas de confinamiento más drásticas y resultados peores», remarcó el número dos del PP. «La incompetencia del Gobierno ha convertido al mando único en un caos total», sentenció. Según García Egea, «tras más de un mes de estado de alarma, nada ha cambiado en el Gobierno, continúa la improvisación, la mala gestión y las compras defectuosas».

Al presidente del Gobierno no le hace falta entrar al ataque de forma directa contra el PP. Para eso ya tiene a Adriana Lastra o a Rafael Simancas en el Congreso de los Diputados. Ambos se han esforzado en los últimos días por caldear bien la reunión de mañana, con críticas directas a la Comunidad de Madrid y al PP, al que acusan de competir con la «ultraderecha». Según Simancas, el PP está en una carrera «irresponsable por obtener rendimiento político de la desgracia nacional».

Desde que se decretó el estado de alarma, el pasado 14 de marzo, Sánchez y Casado han hablado tres veces, una de ellas por videoconferencia. Apenas han durado unos minutos todas las conversaciones juntas. « Hemos hablado cuatro minutos en 24 días », lamentó el jefe de la oposición en el último Pleno del Congreso. Las llamadas del presidente han sido para informar, y ni siquiera de forma correcta, según explicó el presidente del PP, quien se sintió engañado cuando Sánchez anunció el cierre total de la actividad económica no esencial. En la conversación que habían tenido solo unos días antes, el jefe del Ejecutivo le había dicho exactamente lo contrario, aseguran los populares.

El PP apoyó al Gobierno cuando se decretó el estado de alarma , y también en las dos prórrogas que tuvo que autorizar el Congreso. Pero el principal partido de la oposición no fue consultado ni una sola vez sobre las medidas que ha ido adoptando el Gobierno, algunas de gran calado, como fueron la prohibición de los despidos o el cese de la actividad no esencial. Sánchez no buscó al PP para acordar sus actuaciones ni para obtener su apoyo. Llevó los decretos al Congreso, y los populares optaron por votar en contra de esos dos últimos.

Fuentes de Génova señalan que con más de 20.000 muertos , y con la pandemia aún sin controlar, los populares actuarán con responsabilidad cuando se plantee una nueva prórroga del estado de alarma, que deberá debatirse y votarse el miércoles en el Congreso. Pero el PP exigirá a Sánchez que explique cuál es su plan para ser «eficaz» de una vez, y en qué condiciones se seguirá llevando a cabo el confinamiento. En la entrevista que publicó ABC hace una semana , Casado defendió que los niños pudieran salir ya a la calle.

El líder del PP llevará su plan de choque para frenar el impacto económico a la reunión telemática con Sánchez, insistirá en medidas como la paga extra para los profesionales sanitarios o los sueldos brutos para el resto de trabajadores esenciales. Pero, además, los populares no descartan que a lo largo de la próxima semana exijan responsabilidades políticas, una carta que han ido guardando hasta ahora.

Génova ve con total escepticismo la idea de formar una mesa de partidos, presidida por Sánchez, para intentar buscar algo parecido a unos nuevos «Pactos de la Moncloa» . Casado defiende que cualquier negociación de esas características se lleve a cabo en el Parlamento. Además, el PP no compartirá una mesa a la que se siente Bildu.

El PP quiere actuar en el Congreso y en los tribunales. Casado ha pedido la comparecencia urgente del ministro de Justicia , Juan Carlos Campo, a quien compete los datos del Registro Civil, para que informe del número real de víctimas del coronavirus, «ya que podrían ser muchas más, como apuntan algunas comunidades autónomas y ayuntamientos».

Los populares preparan ya acciones ante los tribunales por medidas que está tomando el Ejecutivo. García Egea anunció ayer que, si el Gobierno no modifica el «decreto de ocupación» de viviendas y aclara que no se expropiará a nadie su propiedad privada, lo recurrirán «por confuso y por ir en contra de lo que es la gestión del Gobierno en una pandemia». A su juicio, el decreto no deja claro si se abre el camino a «expropiaciones de facto».

En el programa de ayudas al alquiler , se establece que las autonomías «pondrán a disposición de la persona beneficiaria una vivienda de titularidad pública, o que haya sido cedida para su uso a una administración pública, aunque mantenga la titularidad privada, adecuada a sus circunstancias en términos de tamaño, servicios y localización, para ser ocupada en régimen de alquiler, de cesión de uso, o en cualquier régimen de ocupación temporal admitido».