El PP vuelve a recusar a la juez de los ordenadores de Bárcenas por acusar al partido de machista

La defensa del partido, que ha sido enviado a juicio en esta causa por destruir los ordenadores del extesorero Luis Bárcenas, que podían ser relevantes para una investigación en la Audiencia Nacional, explica que la juez demostró «una preocupante predisposición peyorativa» en su respuesta al otro incidente.

La magistrada no admitió a trámite la petición del partido , que la calificaba de «instrumento del PSOE» por sus supuestos vínculos con un exparlamentario, y lamentó que el PP la considerara «un instrumento en manos de mentes privilegiadas, seguramente masculinas». Rechazó entrar al fondo del asunto de la recusación al alegar que los motivos eran conocidos cuando la designaron.

Ahora, el PP vuelve a pedir a la Audiencia Provincial que aparte a la juez: argumenta que la acusación de Freire es «una afirmación con un contenido evidentemente ideológico y supone un prejuicio inaceptable en una causa como la que instruye. No puede caerse en la ingenuidad de pensar que el comentario ha sido vertido a la ligera», concluye el escrito de recusación de la formación.

La formación insiste en que la magistrada realizó una «interpretación maliciosa y prejuiciosa respecto de la exposición de unos hechos objetivos» y sitúa la causa de recusación en el artículo 219 de la Ley Orgánica del Poder Judicial , en su apartado noveno.

En su primera petición de recusación, el PP alegó que Freire fue propuesta para sustituir al antiguo titular del juzgado central de instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, por un exparlamentario del PSOE, el vocal del CGPJ Álvaro Cuesta Martínez, a quien califican de «significadísimo miembro del PSOE»

En esta causa, el extesorero del PP Luis Bárcenas retiró a última hora su acusación contra el PP por motivos económicos. Esta decisión, sin embargo, no impide que el proceso avance, dado que hay otras acusaciones personadas, como la de Izquierda Unida. La magistrada concluyó, cuando cerró la investigación, que el jefe de los servicios jurídicos del PP, Durán, ordenó destruir los ordenadores del extesorero por el método «más drástico, el de sobreescritura de 35 pasadas y de rallado hasta su destrucción física».