Pedro Sánchez anticipa que el PSC no apoyará un Gobierno de Arrimadas

Sánchez ha considerado que sí es posible que con el nuevo modelo salgan beneficiadas todas las regiones. En primer lugar por el aumento en la previsión de ingresos derivados de la recuperación económica. Pero también a partir de una propuesta de reforma fiscal en la que los socialistas trabajan y sobre la que Sánchez ha dado algún detalle: que el impuesto de sociedades sea «realmente progresivo» para que las grandes corporaciones paguen más y evitar el conocido como «dumping» fiscal que las regiones practican con el impuesto de patrimonio.

Respecto a la posición de su partido sobre la negociación del nuevo modelo y el reproche de los presidentes autonómicos socialistas por la celeridad con que se ha negociado el cupo vasco, Sánchez ha asegurado que lo que existe es «un profundo malestar con el Gobierno de España».

Ha defendido que su partido apoye la tramitación del cupo vasco-«no somos un partido que bloquee»-, pero ha pedido al Gobierno «que no se olvide de las otras 16», recriminándole que incumple tres compromisos al no abordar esta reforma: el que está en la propia ley, su pacto de investidura con Ciudadanos y el compromiso que asumió en la conferencia de presidentes a comienzos de año.

Sobre la situación en Cataluña y los posibles pactos tras las elecciones del 21 de diciembre, Sánchez ha considerado que «con hechos se demuestra que el PSC está en contra de la independencia» y ha insistido en que «no vamos a hacer presidente a ningún candidato que abrace el independentismo».

Pero a la vez, Sánchez ha descartado prácticamente la posibilidad de apoyar un gobierno de Inés Arrimadas , a quien todas las encuestas sitúan como segunda fuerza. «Ciudadanos es la media naranja del PP. Ni independentistas ni opciones políticas de derechas», ha dicho.

Ante la insistencia en esta posibilidad Sánchez se reiteraba: «Hemos tenido suficiente derecha en España como para tener más derecha en Cataluña». El PSOE lleva todo el mes de noviembre elevando el tono contra Ciudadanos equiparándolo al PP y afirmando que en la cuestión catalana se ha colocado incluso a su derecha.

Lo cierto es que entre ambos partidos hay una bolsa común de votantes y el resultado de uno y otro dependerá en buena medida de quien se haga con ese espacio. Por eso los ataques entre uno y otro se han incrementado. Además, los socialistas abogan en privado, y Miquel Iceta incluso en público, en lo que se llama la hipótesis Borgen -por la popular serie danesa de televisión-. Esto consiste en que si los independentistas no tienen mayoría absoluta no podrán gobernar, pero a la vez estima que Ciudadanos no podrá tejer consensos suficientes para crear una alternativa, pero que Iceta sí podrá hacerlo por su capacidad de atraer a los comunes de Xavier Domènech .