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El final de la escapada

La vida es cruel, vengativa, absurda. No hay consuelo ni explicación posible a una muerte como la suya

David Gistau
Pedro García Cuartango

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David Gistau dormía plácidamente la última vez que le vi. Manuel Jabois estaba en una minúscula habitación del Clínico , leyéndole un libro cuando yo llegué. Nunca pensé que jamás le volvería a ver. Pero siempre hay una última vez.

La vida es cruel, ... vengativa, absurda. No hay consuelo ni explicación posible a una muerte como la suya. Y es imposible hacerse a la idea de que ya no está en este mundo. Una cruel jugada del azar nos lo ha quitado.

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