La OSCE pide que haya «observadores» el 20-D por Cataluña y los emergentes

El informe incluye entre sus recomendaciones el envío de una misión de evaluación de los comicios, con el fin de vigilar algunos aspectos en los que considera hay deficiencias. No se trata de «observadores internacionales», ya que la ley española no lo contempla .

El organismo encargado de elaborar el informe fue la Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos (ODIHR) de la OSCE, tras una misión enviada a España en los primeros días de noviembre. La delegación se entrevistó con altos funcionarios de las instituciones del Estado , de la administración y del poder judicial, así como con representantes de partidos políticos, think-tanks, medios de comunicación y sociedad civil.

La visita se llevó a cabo por invitación de la sede permanente de la OSCE en España y también en cumplimiento de un compromiso adquirido en los años noventa por nuestro país -lo mismo que por la mayoría de los principales Estados miembros-, para permitir a la citada oficina realizar una evaluación de las necesidades ante un proceso electoral. El mismo proceso se puso en marcha en anteriores comicios.

Tras su visita, la ODIHR subraya la confianza de sus interlocutores en la integridad del proceso electoral y en la profesionalidad e imparcialidad de la Administración electoral. Asimismo, concluye que no le fueron expresadas preocupaciones significativas sobre el respeto a las libertades fundamentales, la transparencia del proceso electoral, el registro de votantes y candidatos o el desarrollo de la jornada.

En ese marco, tras aventurar que el ascenso experimentado en las elecciones al Parlamento Europeo y en las locales y autonómicas por parte de Ciudadanos y Podemos hace pensar en el fin del bipartidismo, destaca que la Junta Electoral Central haya hecho pública una instrucción para adecuarse al nuevo marco político. De esta forma, en los debates en las televisiones públicas se deberá tener en cuenta a los partidos emergentes como «grupos políticos significativos», ya que, de lo contrario, la participación quedaría limitada a quienes obtuvieron escaños en las elecciones generales de 2011.

No obstante, advierten de algunos desajustes en cuanto a la participación de los residentes en el extranjero . En concreto, indica que la última reforma, que obliga a esas personas a enviar la solicitud para poder votar por correo, provoca una disminución de ese voto, que sólo puede hacerse por vía postal.

Además, subraya que sus interlocutores se muestran partidarios de alguna reforma electoral en cuanto a puntos como la regulación de la financiación de la campaña electoral de los partidos o la cobertura por parte de los medios de comunicación. En concreto, en este último punto, señala que buena parte de las personas con las que se han entrevistado expresaron su preocupación por los cambios legislativos para la elección del presidente de RTVE y por los «ataques a periodistas que cubrían informaciones».

En consecuencia, recomienda el envío de una misión de evaluación de los comicios para que vigile los aspectos en los que se han observado deficiencias.