Ofensiva de la ‘embajada’ catalana en EE.UU. al más alto nivel político
Gasta casi un millón de euros al año, cifra similar a la de los momentos de mayor empuje independentista
La Asamblea Nacional Catalana abre representación ante el Gobierno de Washington y la registra en Oklahoma
La nueva delegación de la Generalitat en Eslovenia relanza la ‘política exterior’ independentista
Edificio de Washington en el que se está la pseudoembajadada catalana
Con el final de la pandemia, los independentistas catalanes han intensificado notablemente sus esfuerzos por lograr apoyos en la clase política de Estados Unidos , con contactos con destacados diputados y senadores en el Capitolio y en el Departamento de Estado. La última ... declaración jurada del Gobierno autonómico catalán ante el Departamento de Justicia norteamericano revela que su pseudoembajada en Washington ha contactado a los equipos de influyentes legisladores de ambos partidos, y ha conseguido una reunión con el gabinete del destacado demócrata Bob Menéndez, que preside la comisión de Exteriores del Senado.
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Justo en esta carrera por restablecer contactos en Washington, la delegación autonómica catalana se acerca de nuevo al nivel de gasto que registraba cuando el Ejecutivo de Mariano Rajoy aplicó el artículo 155 de la Constitución y la clausuró, junto a otras. Durante los días del referéndum ilegal de 2017 , esta pseudoembajada se dedicó a defender las acciones de la Generalitat y buscar apoyos en la clase política estadounidense. Ahora, además, tendrá apoyos. La Asamblea Nacional Catalana (ANC) , crucial en la organización de los referendos independentistas de 2014 y 2017, ha abierto representación en EE.UU. –según afirma su fundador– para «lograr la independencia de la nación catalana por medios pacíficos y democráticos».
Informe semestral
Según el informe semestral que deben presentar ante las autoridades los representantes de entidades extranjeras que no sean diplomáticos, la delegación catalana ha mantenido contacto con empleados de destacados diputados y senadores federales, que sirven en el Capitolio. En especial, declaran contactos por videoconferencia con el despacho de la diputada demócrata Ilhan Omar , una de las nuevas estrellas de la izquierda socialista estadounidense, y con el equipo del destacado senador demócrata Menéndez, con gran influencia en el Capitolio y en la Casa Blanca.
También han entablado contacto por correo electrónico con los diputados demócratas Tom Malinowski, Ted Lieu, Alan Lowenthal, Norma Torres, Jim McGovern y los republicanos Maria Elvira Salazar y Chris Smith , entre otros. En el Senado, que supervisa las relaciones exteriores de EE.UU., los funcionarios catalanes se han escrito con los equipos de demócratas como Chris Van Hollen, Ben Cardin o Chris Coons, y destacados republicanos como Marco Rubio o James Risch, con puestos de responsabilidad en las comisiones de Exteriores e Inteligencia. El objeto de esas comunicaciones, según el informe antes mencionado, es «discutir las relaciones entre Cataluña y EE.UU.». Con el Departamento de Estado, sede diplomática, han contactado en dos ocasiones: con la directora de Exteriores, Amy Radetsky , y con otro funcionario de la oficina de Inclusión, Joseph Farsakh .
Coste anual
La delegación catalana en Washington cuesta hoy casi 720.000 euros anuales, en gastos de representación y subcontratación de personal . El salario del delegado está en torno a los 150.000 euros. Cuando la clausuró el anterior Gobierno español estimó el coste en casi un millón de euros. Emplea a un equipo que se centra en contactar con funcionarios y cargos electos para «estrechar lazos entre Cataluña y EE.UU.», según sus declaraciones ante Justicia.
En 2019 se registró ante el Departamento de Justicia el actual delegado de la Generalitat catalana en EE.UU., Isidre Sala . Sustituyó a Victòria Alsina , que fue elegida en 2018 por concurso público y que ahora es su jefa, al ser la consejera de Acción Exterior de la Generalitat . Sala es un economista que en principio ocupaba el cargo de forma interina hasta que se eligiera a otro delegado en otro concurso público. Antes era director general de Asuntos Globales de la Consejería catalana de Acción Exterior.
Bajo Sala, y ya tras la pandemia, esta delegación de la Generalitat ha intensificado sus contactos con autoridades estatales y federales. En su último informe revela viajes a Nueva York, California y Canadá , que han costado más de 22.000 dólares. En los viajes a California –«para dialogar sobre las relaciones entre EE.UU. y Cataluña»– los representantes catalanes tuvieron al menos seis reuniones con funcionarios de departamentos agroambientales, con la oficina del vicegobernador y con senadores estatales y alcaldes.
Estas labores comportan abundantes gastos. Para el último semestre de 2021, la pseudoembajada informa de salarios para subcontratados de unos 15.000 dólares mensuales. Además, incluye un gasto de 4.200 dólares en teléfono y 2.300 en comidas para los seis meses computados. Los empleados de la Generalitat en Washington se han negado a responder a las preguntas de este diario sobre esos gastos.
La oficina de la ANC
El Departamento de Justicia también ha recibido un informe sobre el registro de la delegación en EE.UU. de la ANC, la organización catalana registrada como asociación que tiene por objetivo principal alcanzar la independencia política de Cataluña. El presidente de la llamada ‘Asociación en Estados Unidos de la Asamblea Nacional Catalana’ es Miquel Fernández Barros, residente de Oklahoma, que la conforma con otras personas afincadas en los estados de Washington y Ohio. El registro oficial ante ese estado es de octubre de 2019.
En los estatutos de la nueva asociación se afirma abiertamente que esta es «el brazo estadounidense de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) con sede en Barcelona, Cataluña». Afirma que «las naciones pueden determinar libremente su estatus político y perseguir libremente su desarrollo económico, social y cultural». Sus objetivos, por último, son «explicar las implicaciones políticas, sociales y económicas del movimiento independentista catalán y de una potencial República Independiente de Cataluña», «llevar a cabo actividades de promoción» y «representar a la ANC en EE.UU.».