Morad Duas, integrante de la célula del talibán español, confiesa que visionaba vídeos de Daesh en privado

La fiscalía ha argumentado en sus conclusiones la existencia de un claro vínculo de los acusados con Daesh y el propósito de estos captar nuevos miembros . La regularidad con la que menores de edad acudían a la tienda regentada por Hamed, conocida como la tienda del Guantanamero –en referencia a la estancia de este en la cárcel de Guántanamo- ofrecía a los acusados la oportunidad de acercar las consignas proclamadas por Daesh a dichos menores

Ahmed, que resultó absuelto en 2006 por el Tribunal Supremo de pertenecer a Al Qaeda, ha negado en su declaración haber realizado entrenamientos en un campo militar de Afganistán y ha asegurado que viajó a ese país para participar en un seminario de estudio del Corán. La fiscal ha aseverado en sus conclusiones «la ineludible identificación del acusado con la figura del talibán español, de la "que sentía orgullo" hasta el punto incluso de guardar recortes de prensa del periódico la Gaceta de Ceuta donde se hacía alusión a esta figura».

Otro de los acusados, Morad Duas, ha llegado a admitir que los vídeos que visionaba dentro del establecimiento de Hamed eran de uso privado y que no se los mostraba a nadie; y «que todo lo que veía sobre dichas zonas en conflicto era para informarse sobre el contexto internacional»; mientras Hamsa Lachayi ha negado ser el poseedor del hachís incautado en su domicilio y ha arremetido contra las noticias que situaban a su hermano como el causante de un atentado suicida en Siria. Según la Fiscalía, «él también planeaba viajar a Siria pero el embarazo de su mujer le hizo cambiar idea».

La Fiscalía ha hecho hincapié en la relevancia del periodo en el que se constituyó la célula y se comenzó la investigación, ya que en los años 2015 y 2016 la idea del califato articulado en células autónomas se impuso como estrategia a seguir entre miembros y simpatizantes de Daesh. Los agentes que declararon en calidad de testigos aseguraron que se vieron obligados a intervenir por el riesgo que entrañaba la temática de las reuniones que celebraba la célula, las cuales crecieron exponencialmente tras los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París.

El abogado de la AVT ha destacado que entre los vídeos intervenidos a los acusados figura uno en el que uno de los niños decapita a un oso de peluche al modo de los terroristas del Estado Islámico.

Los letrados defensores han pedido la absolución de todos los acusados al estimar que no se han probado las acusaciones contra ellos.