Marcelino Iglesias: «Atravesamos la tormenta perfecta y eso se notó el 22-M»
El «número tres» del PSOE ve la crisis económica y las «medidas de ajuste» del Gobierno como factores principales del fracaso electoral del 22-M
GABRIEL SANZ
Con alivio de haber visto sofocada la rebelión interna que en sólo 48 horas vivió José Luis Rodríguez Zapatero para ser apeado de la secretaría general del PSOE, su «número tres» en el partido, Marcelino Iglesias, asume los próximos meses en Ferraz sin la dramática ... urgencia que habría supuesto la organización de un congreso extraordinario del partido, que habría exhibido su profunda división. Sin perder de vista lo ocurrido —la mayor derrota electoral y la mayor pérdida de poder local y autonómico vivida por los socialistas—, Iglesias prefiere mirar hacia el futuro, en la convicción de que Zapatero podrá aguantar en Moncloa el plazo máximo de la legislatura.
—¿Le merece la pena al PSOE aguantar a marzo 2012 sin convocar elecciones generales en esta situación?
—Yo creo que es bueno que se cumplan los plazos. Es lo manifestado por el presidente del Gobierno, quien tiene la facultad de convocarlas. Y creo que es bueno también para poner en marcha todos los cambios y decisiones que el Gobierno está tomando con el objetivo de conseguir crecimiento económico y creación de puestos de trabajo. Nada que añadir a lo dicho por el presidente.
—Pero puede haber un empeoramiento de esa situación económica. ¿Ni siquiera así estaría justificado el adelanto electoral a otoño?
—Lo peor que podemos hacer en este momento es transmitir inestabilidad al exterior. En democracia, los periodos de mandato hay que cumplirlos. Creemos que eso es bueno porque transmite estabilidad. Las elecciones tocan en primavera y es la voluntad del presidente.
—¿La debacle del PSOE es solo achacable a la crisis o los ciudadanos les han pasado factura por temas como el Estatuto de Cataluña? Se lo pregunto porque hay votantes suyos que se quedaron en casa, pero otros votaron a UPyD...
—Es que el mal resultado es muy homogéneo y coincide con los malos resultados que obtienen los gobiernos de Gran Bretaña, Alemania, Francia o Italia. Es evidente que hay un efecto claro de las medidas de ajuste. Luego, puede haber razones locales, pero, en esencia, la crisis es lo importante.
—A Zapatero le gusta mucho decir que «el PSOE gana porque es el partido que más se parece a España». Por analogía, ¿el PP es ahora el partido que más se parece a España?
—Yo creo que no. Cuando decimos que el PSOE es el partido que más se parece a España es porque siempre ha sido una organización que ha vibrado con lo que vibraba el país. Y es el responsable de dos terceras partes de los gobiernos democráticos que ha habido. Y es el único partido que ha gobernado en todas las autonomías y en la mayoría de los ayuntamientos. Lo que suceda con el PP a partir de ahora vamos a verlo...
—En cualquier caso, la caída del PSOE en las municipales y autonómicas del año 1995, la más grande hasta el 22-M, no supuso para el PSOE tanta pérdida de poder...
—Estamos haciendo el análisis. En este momento todavía no tenemos todas las conclusiones sacadas. Lo que sí hemos visto es que el crecimiento de IU no llega al uno por ciento y sabemos ya que una gran parte de nuestros votantes se han quedado en casa y que el PP nos ha sacado 10 puntos. Exactamente la misma distancia que había en las encuestas antes de las últimas elecciones generales (2008) y ganamos nosotros. Por tanto, estamos ahí con 6 millones de votos.
—Rubalcaba ha dicho que él no quiere ganar apelando al «miedo a la derecha», ¿cuál va a ser la campaña del PSOE en generales? Porque en la del 22-M ese fue un factor importante.
—Esta campaña fue distinta porque, en medio, surgió el grave problema del terremoto en Lorca, y después las manifestaciones del 15-M. Ha sido una campaña diferente y así tenemos que valorarla. Nosotros hemos estado en un momento de tormenta perfecta y eso ha tenido un efecto en los resultados electorales...
—Ya, ¿pero qué argumentos le quedan a Rubalcaba para remontar los diez puntos del PP en diez meses?
—Nosotros, para ir a las generales, vamos a hacer un análisis profundo en la conferencia política de septiembre. Pero nuestro eje no puede ser el miedo a nadie, sino la explicación, que no es fácil, de que esta crisis es profundamente ideológica. Y eso no hemos sido capaces de explicarlo. Porque lo que origina la crisis, no lo olvidemos, es un fracaso de las teorías neoliberales. Tenemos que ser capaces de transmitir a la gente que tomamos las medidas dentro de un club exclusivo que se llama euro.
—¿Debe salir el vicepresidente del Gobierno, como reclama el PP?
—Si uno puede ser presidente del Gobierno y llegar hasta las elecciones siéndolo, ¿por qué no siendo vicepresidente?
—¿Por qué han criticado tan duramente las auditorías autonómicas que anunció Mariano Rajoy? ¿Les preocupa que se descubra algo?
—No nos preocupa. Que auditen lo que quieran. Lo que nos preocupa es que transmitan al exterior una noticia que puede ser negativa para la recuperación de nuestra economía y para la recuperación de la confianza. Y ese es un ejercicio que, con demasiada frecuencia, hacen los líderes del PP. Creo que eso es muy poco patriótico y muy irresponsable.
—¿Puede garantizar, como secretario de Organización del PSOE, que ni el PSE en el País Vasco, ni el PSN en Navarra van a pactar con Bildu?
—Lo han dicho nuestros compañeros y tengo poco que añadir porque el lendakari lo dijo con absoluta rotundidad. No va a haber acuerdo con ellos. Es más, nosotros siempre pensamos, y así lo defendimos, que hubiera sido bueno que Bildu hubiera estado un tiempo demostrando que su actitud era sincera. Los tribunales hablaron y nosotros acatamos lo que dicen.
—¿Le gustó el discurso y el tono de Chacón el jueves 26, cuando anunció en Ferraz que no iba a concurrir a primarias?
—Respeto absolutamente esa decisión. Además estuve con ella aquí...
—Le pregunto por su argumento: que se retiraba para salvar al Gobierno e incluso a Zapatero.
—Yo lo que le escuché es que presentarse dos ministros del mismo gobierno podía producir tensiones y ella consideraba que no es bueno. He oído declaraciones de Alfredo Pérez Ru-balcaba diciendo que cuenta con su colaboración y, por tanto, nada más que decir.
—Como secretario de Organización, ¿no teme que haya problemas de bicefalia entre Zapatero y Rubalcaba? —No solo no lo temo, sino que, a mí, Zapatero me ha dado instrucciones precisas de que el partido ofrezca a Rubalcaba un apoyo cerrado al candidato.
—¿Ve a Rubalcaba como secretario general en el próximo Congreso?
—No hemos hecho ese congreso y no tenemos que avanzar acontecimientos. En cualquier caso, lo que sí he de decir es que el PSOE, desde el último Comité Federal, está empujando para que Rubalcaba tenga todo, todo, todo el apoyo y de lo que habitualmente llamamos el «aparato». Este partido está totalmente a su disposición.
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