Una jueza argentina procesa al exministro Martín Villa por cuatro homicidios entre 1976 y 1978

El auto, adelantado por 'eldiario.es' y confirmado por ABC de fuentes jurídicas, señala que Martín Villa fue ministro de Relaciones Sindicales, integró el Consejo de Ministros y, por tanto, ocupó una «posición preponderante en esa estructura de poder» en la época, «donde resultaron muertos Pedro María Martínez Ocio, Rotulado Barroso Chaparro y Francisco Aznar Clemente, entre otros». La jueza Servini dicta para él prisión preventiva, si bien no se ejecutará «en virtud de la eximición de la prisión dispuesta oportunamente por la Alzada». Además, solicita el embargo de sus bienes hasta alcanzar un total de mil ciento treinta y cuatro millones de pesos argentinos, lo que equivale a cerca diez millones de euros.

El escrito judicial, de casi mil páginas, enumera todos los cargos desempeñados por Martín Villa, incluido el de Ministro de la Gobernación o Interior, «máxima autoridad de la estructura jerárquica del Orden Público para el tiempo en que tuvieron lugar los hechos de los Sanfermines de Pamplona, el 8 de julio de 1978, en los que fuera asesinado Germán Rodríguez Saiz». «Toda la estructura represiva montada por el régimen franquista siguió funcionando bajo la dirección ahora de la nueva dirigencia política a cargo del proceso de transición. Durante los primeros años se mantuvieron las normas, estructuras, agentes y las prácticas represivas propias de aquel y se les aseguró a las fuerzas del orden público la impunidad de su actuación por todos los medios a su alcance», expone la jueza.

Así, el procesamiento se sustenta en que Martín Villa tuvo un papel capital en aquellos asesinatos, en tanto que no habrían ocurrido si él, como Ministro del Interior, «no hubiese brindado los medios necesarios a dichos efectos» en las cargas policiales durante manifestaciones a favor de la amnistía total. Considera al exministro «prima facie autor penalmente responsable del delito de homicidio agravado, reiterado en al menos cuatro oportunidades, del que resultaran víctimas Pedro María Martínez Ocio, Rotulado Barroso Chaparro, Francisco Aznar Clemente, y Germán Rodríguez Saiz». El auto remite a esas cuatro muertes –los tres primeros fueron asesinados en Vitoria y Rodríguez Saiz, en los Sanfermines– y deja abierta la investigación respecto al resto de los fallecidos.

Como ha informado este diario, el exministro está imputado desde 2014 por delitos de lesa humanidad y ya en septiembre de 2020 declaró voluntariamente por videoconferencia ante Servini, donde defendió su inocencia y dio cuenta de su labor durante la Transición. «Fue justamente lo contrario a un genocidio», dijo entonces, interrogado por todo lo que rodeó a un total de doce muertes violentas supuestamente a manos de guardias civiles, policías y grupos de extrema derecha. «Pudo suceder que yo hubiese sido un ministro que rehuyese las responsabilidades políticas. No ha sido así, y puede comprobarse en los diarios de sesiones de las Cortes. Pudo suceder que los policías y guardias civiles que causaron muertes lo hicieran por obediencia debida a decisiones mías. No fue así, y puede comprobarse que mis instrucciones y las del Gobierno buscaron evitar que se produjeran muertes por actuaciones policiales», expuso ante la juez.

Martín Villa, que respondió a las preguntas de Servini por voluntad propia, habida cuenta de que no está obligado porque la Justicia española le ampara , ha recibido desde entonces el respaldo sin fisuras de los expresidentes del Gobierno Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.