Don Juan Carlos regulariza el regalo de Sanginés-Krause y paga 678.393 euros a Hacienda

Según informan a este diario en fuentes de su entorno, en total Don Juan Carlos debe afrontar más de un sesenta por ciento del regalo entre lo que debe declarar, los intereses y los recargos por demora, lo que elevaría por encima de los 800.000 euros la suma percibida del empresario y no declarada en los tres mencionados ejercicios.

Tal y como informó ABC, el dinero viajaba por transferencia desde la cuenta bancaria del empresario mexicano a la del Coronel del Ejército del Aire Nicolás Murga, que fue ayudante de campo de Don Juan Carlos entre 2007 y 2017 y que estuvo administrando esos fondos en su nombre asumiendo el pago de sus gastos y de otros miembros de su familia. Lo hacía utilizando sus propias tarjetas de crédito , funcionando de este modo como persona interpuesta para el disfrute de esas atenciones económicas que Don Juan Carlos no declaró a Hacienda que había recibido.

Las pesquisas sobre este asunto siguen en marcha en la Fiscalía del Tribunal Supremo, a quien ahora el equipo legal de Don Juan Carlos comunicará el paso que ha dado de regularizar voluntariamente ese incremento patrimonial no declarado antes de que Hacienda le enviase requerimiento, lo que le permite evitar incurrir en un posible delito fiscal.

De acuerdo a la legislación, se incurre en un ilícito penal cuando la cuota defraudada supera los 120.000 euros y se agrava si la cuantía está por encima de los 600.000, lo que se daría en este caso. Sin embargo, la normativa incentiva la regularización, hasta el punto de que si una persona actualiza su situación y paga la deuda correspondiente antes de que la Administración Tributaria inicie una inspección o de que la Fiscalía o la Abogacía del Estado interpongan una querella, queda exenta de responsabilidad penal.

Esta es la situación en que se encuentra Don Juan Carlos, que eludiendo el delito fiscal, evita también un posible cargo por blanqueo de capitales , ya que para que este concurra debe aflorar el dinero de un ilícito precedente. Y ya no habría tal.

En todo caso, depende del devenir de la investigación en la Fiscalía del Supremo y del resto de indicios obrantes en las pesquisas que asumió desde Fiscalía Anticorrupción por orden de la fiscal General del Estado, Dolores Delgado, el pasado mes de noviembre.

Cabe recordar que tanto Murga como Sanginés-Krause prestaron declaración en el contexto de esta investigación, que se sigue bajo secreto. El primero asumió como propios todos los gastos de Don Juan Carlos, contra criterio de su abogado. Aseguró que eran atenciones que tenía con él, a quien profesa una profunda lealtad, pese a que el nivel de gastos no se ajustaba a sus ingresos reales. En cuanto al empresario mexicano, viene defendiendo que fue un regalo de su propio bolsillo a un amigo, sin contraprestación ni transacción alguna de por medio.

Con todo, tal y como adelantó ABC, esta no es la única regularización que estudia el equipo que asesora a Don Juan Carlos , y que tiene sobre la mesa la posibilidad de diseñar una estructura estable y transparente en la que el padre del Rey pueda seguir recibiendo este tipo de regalos y aportaciones de sus amistades dentro y fuera de España, especialmente ahora, que por orden del Rey se le ha retirado la asignación anual que percibía con cargo a los Presupuestos Generales del Estado.

El movimiento disipa en parte el horizonte judicial de Don Juan Carlos, que dos años después de diligencias fiscales que le afectan, no está imputado ni se ha presentado querella alguna contra él.

Las pesquisas que afectan a Sanginés-Krause y Nicolás Murga son probablemente las más delicadas, habida cuenta de que se siguen por delito fiscal y blanqueo de capitales, pero en noviembre se incoaron unas nuevas diligencias en torno a una alerta del Sepblac sobre movimientos económicos desde un trust de la Isla de Jersey que también apuntarían a Don Juan Carlos. Desde su entorno vienen asegurando que ni tiene intereses en la Islas del Canal ni ha acometido trasvase alguno de fondos.

Quedan vivas asimismo las diligencias que se iniciaron con una investigación sobre presuntas comisiones ilegales en la adjudicación del AVE a la Meca y que alimentadas por comisiones rogatorias a Suiza, acabaron apuntando a Don Juan Carlos por una donación de Arabia Saudí en una fundación creada ad hoc en Panamá en 2012.

Esa fundación tenía cuenta en un banco de Suiza y desde allí, se transfirieron 68 millones de euros a su examante Corinna Larsen, investigada por la fiscalía helvética por blanqueo. La Fiscalía del Supremo está cerca de archivar las diligencias porque en las fechas objeto de los hechos, Don Juan Carlos aún era Jefe del Estado y así, inviolable.