Interior ordena extremar la seguridad de los empresarios por temor a un secuestro

Estas informaciones corroboran el aviso de Alfredo Pérez Rubalcaba, quien a finales de diciembre alertó de que ETA pudiera perpetrar el secuestro de alguna persona vinculada a «sectores significativos desde el punto de vista social», que le daría «la notoriedad de la que ahora carece».

«Dada la situación de debilidad y división interna que vive el entramado, no le vale cualquier atentado. Eso nos lleva a pensar que pueda llevar a cabo un secuestro porque, qué duda cabe, es una acción espectacular; atraería la atención de la que en estos momentos carece, y no tendría demasiados inconvenientes en relación con su mundo», dijo el ministro.

Políticos, jueces y empresarios fueron por ello alertados y desde entonces se han extremado las precauciones. Ahora, los esfuerzos se centran en estos últimos, que recientemente habrían recibido una nueva remesa de cartas de extorsión, como así lo ha denunciado esta semana el presidente de la patronal navarra. «Parecía que este fenómeno había acabado a consecuencia de la actividad de las Fuerzas de Seguridad del Estado», apuntó José Manuel Ayesa. Pero «desgraciadamente» se tiene constancia de «al menos dos» nuevas cartas.

También el responsable de la Asociación de empresarios de Guipúzcoa, Adegi, reconoció indirectamente que la extorsión persiste. «Es un fenómeno desgraciado y trágico que tenemos en este país». que «no desaparece y se mantiene en el tiempo con más o menos intensidad».

El último secuestro

En los últimos años ETA ha dejado de lado el recurso del secuestro después de la profunda conmoción social que provocó el cautiverio y asesinato de Miguel Ángel Blanco. Días antes, la banda había liberado al empresario vizcaíno Cosme Delclaux, quien permaneció ocho meses secuestrado. La última acción terrorista contra un miembro de la patronal vasca fue el asesinato del industrial guipuzcoano Ignacio Uría, cuya empresa realizó obras en la «Y» vasca.

Además. la reunión de ministros europeos de Ciencia e Industria, que arranca hoy en San Sebastián, ha obligado a redoblar el dispositivo de seguridad ante la posibilidad de que ETA piense en una acción «de envergadura».