Hazte premium Hazte premium

El independentismo catalán da la espalda a una Esquerra a la que ya considera un «satélite» del PSC

I. A.BARCELONA. La reedición del tripartito catalán significó, el pasado noviembre, la apuesta definitiva de la dirección de Esquerra por el posibilismo y el abandono de las tesis más radicales. Una

I. A.

BARCELONA. La reedición del tripartito catalán significó, el pasado noviembre, la apuesta definitiva de la dirección de Esquerra por el posibilismo y el abandono de las tesis más radicales. Una línea política recientemente confirmada por el presidente de la formación, Josep Lluís Carod-Rovira, que sin embargo ha provocado un cisma entre esa dirección y las bases del partido.

Mientras Carod afirmaba en Madrid -el líder independentista escogió la capital de España para exponer la nueva línea política del partido, todo un síntoma de cómo han cambiado las cosas- la necesidad de «renovarse o morir» y advertía de que los «planteamientos esencialistas» están condenados al fracaso, cada vez más militantes y simpatizantes de ERC expresan su deseo de un nuevo partido que no renuncie al independentismo que ERC parece haber guardado en el baúl de los recuerdos.

El mejor exponente de este malestar es el ex consejero de Gobernación de la Generalitat, Joan Carretero, que se ha alzado como voz crítica desde el interior del partido para reclamar una «reagrupación» del independentismo catalán al margen de un partido que consideran satelizado por el PSC.

Corriente crítica

El último paso de Carretero en este sentido ha sido la creación de un grupo bajo ese nombre, «reagrupament», cuyo dominio ya ha reservado en internet. Aunque más allá de apoyos anónimos en algunos sitios nacionalistas en la red, lo cierto es que cuando Carretero quiso plantear el primer pulso a la dirección de ERC, el pasado julio, apenas contó con el apoyo de 150 personas en la presentación de su nueva plataforma. Un proyecto político que se definía por el «único e innegociable» objetivo de llevar a Cataluña a la independencia en 2014.

Pero más allá del proyecto de Carretero, lo cierto es que la dirección de ERC empieza a ver con preocupación tanto la desafección de sus bases como la aparición de nuevas candidaturas independentistas en las municipales de mayo. Se trata,por un lado, del nacimiento del Partido Republicano Catalán (PRC) que ha presentado candidaturas en el Vall_s, una de las comarcas del cinturón de Barcelona en las que los republicanos esperan crecer.

A principios de enero, el PRC se presentó en sociedad con el anuncio de candidaturas en Terrasa, Sant Cugat, Sabadell y Sant Quirze con un programa encabezado por la defensa del derecho a la autodeterminación. Se trata de una nueva formación encabezada por históricos del movimiento independentista catalán defraudados por la actual dirección de ERC.

Además, crecen los apoyos a las Candidatura de Unidad Popular (CUP) en la provincia de Gerona, uno de los feudos republicanos. La CUP está capitalizando el rechazo a la línea eléctrica de muy alta tensión que debe unir España y Francia, de la que Montilla es un gran defensor, debate en el que ERC se ve ligada por su alianza con el PSC. La CUP ya tiene representación en 40 ayuntamientos.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación