Los incombustibles del Senado

En esa lista de 58 figuran veteranos nombres de la política española como el popular Javier Arenas, el valenciano Joan Lerma (PSOE), la valenciana Rita Barberá o el socialista del PSC José Montilla.

Es el mismo caso, por ejemplo, del aragonés Marcelino Iglesias (PSOE), el castellano-leonés Juan José Lucas (PP), el balear Francsc Antich (PSOE), o la popular Luisa Fernanda Rudi.

Todos ellos figuran entre los 58 senadores que han obtenido el puesto por designación de los parlamentos autonómicos . Es decir, en las últimas elecciones autonómicas salieron elegidos diputados regionales e, inmediatamente después, figuraron entre los elegidos por esas cámaras para ocupar los escaños que proporcionalmente tienen en su cuota los legislativos autonómicos.

Buena parte de esos escaños acaban ocupados por exdirigentes de los grandes partidos, que encuentran refugio garantizado en el Senado tras haber dejado de estar en la primera línea de la política institucional –por ejemplo, tras haber perdido los gobiernos autonómicos–.

El exdirigente del PSC José Montilla es uno de estos casos. Expresidente de la Generalitat en los tiempos del tripartito y del «Estatut» que acabó empujando la deriva independentista de los nacionalistas catalanes, Montilla tiene ahora 61 años y lleva en escaños desde los 33. Se estrenó en la Diputación de Barcelona, pasó por el Congreso y ahora disfruta de escaño en el Senado por designación del Parlamento catalán.

El valenciano Joan Lerma tiene 64 años y lleva más de media vida encadenando cargos públicos . Fue precoz en escalar a la primera línea de la política nacional. Con 28 años, en 1979, se convirtió en diputado en el Congreso . Entre 1982 y 1995 fue presidente del Ejecutivo valenciano. Pasó fugazmente por el Gobierno central como ministro de Felipe González, estuvo al frente del PSOE en la Comunidad Valenciana y, desde 1995, ininterrumpidamente, está en el Senado. Lleva ya seis legislaturas consecutivas con escaño en la Cámara Alta, puesto que tiene «blindado» frente a las elecciones del 26 de junio por disfrutar de ese cargo por designación de las Cortes valencianas, no por elección directa en las generales.

Otro de los expresidentes autonómicos que han encontrado acomodo en el Senado sin tener que vérselas con unas elecciones generales es el balear Francesc Antich. A sus 57 años, lleva en escaños desde 1991 . Primero, en el Parlamento de Baleares. Después, en 2004, se instaló en el Congreso de los Diputados. Y, tras perder el Gobierno balear, desde 2011 disfruta de escaño en el Senado por designación autonómica.

El socialista Marcelino Iglesias es otro caso similar. A sus 65 años, lleva 33 años encadenando cargos públicos . Llegó a ser secretario de Organización del PSOE en la etapa de Zapatero. Marcelino Iglesias se estrenó como alcalde de su pueblo, Bonansa (Huesca), en 1983. Rápidamente prosperó en el escalafón: ese mismo año se convirtió en diputado provincial, en 1987 pasó a presidir la Diputación de Huesca, donde se mantuvo hasta 1995. Para entonces ya llevaba cuatro años disfrutando también de escaño en las Cortes de Aragón, en las que entró en 1991. En 1999 logró la Presidencia del Gobierno regional, cargo que conservó durante tres legislaturas seguidas, hasta 2011. Decidió no repetir como candidato a la reelección, pero se mantuvo en puestos de salida para mantenerse como diputado regional. Eso le permitió, en 2011, que su partido pactara designarlo como senador autonómico. Una designación que revalidó tras las elecciones autonómicas de mayo del año pasado.

La también aragonesa Luisa Fernanda Rudi (PP) es otro ejemplo de expresidenta autonómica que, tras perder su gobierno regional, ha encontrado acomodo en el Senado . Tras perder el Ejecutivo aragonés el año pasado, fue nombrada senadora de designación autonómica por las Cortes de Aragón. Rudi, a sus 64 años, lleva también 33 encadenando escaños . Se estrenó en 1983 como diputada regional, de ahí pasó al Congreso poco después, entre 1995 y 2000 fue alcaldesa de Zaragoza, cargo al que renunció para presidir el Congreso de los Diputados, pasó por el Parlamento Europeo, volvió a Aragón para repetir como diputada regional y convertirse en presidenta de la Comunidad, y ahora lleva casi un año como senadora. Este escaño, al ser de designación autonómica, tampoco se lo juega en las elecciones del 26 de junio.

Su compañero de filas Javier Arenas, qu e fue ministro en los tiempos de Aznar, es otro de los veteranos en el campo de los escaños . Tras haber sido teniente de alcalde de Sevilla –cargo al que accedió con 26 años, ahora tiene 59–, en 1987 se convirtió en diputado del Parlamento de Andalucía. De ahí saltó al Congreso en 1989. En 1994 se estrenó como senador de designación autonómica, luego regresó al Congreso y, desde 2011, vuelve a disfrutar de escaño de designación autonómica en la Cámara Alta. Entre sus compañeros de bancada figura también el líder del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla.

El expresidente castellano-leonés y exministro de Aznar, Juan José Lucas , se cuenta también entre los que ocupan actualmente escaño de designación económica en el Senado. Es una Cámara que conoce bien. Fue su presidente de octubre de 2002 a abril de 2004, y actualmente ocupa una de sus vicepresidencias.

Senador de designación autonómica es también en la actualidad el riojano Pedro Sanz . Tiene 62 años. Cuando tenía 42 se estrenó como diputado regional en el Parlamento de La Rioja, condición que ha revalidado sin interrupción legislatura tras legislatura. En 2015 salió de nuevo elegido diputado regional y, tras renunciar a seguir presidiendo el Gobierno de La Rioja, fue designado senador.