Hablan los pioneros de la Constitución
Ignacio Camuñas: «El balance político del Reinado de Juan Carlos I es extraordinariamente positivo»
El que fuera ministro del Gabinete de Adolfo Suárez en el primer Gobierno de la democracia sostiene que «sin lealtad al pacto constitucional el Estado autonómico no puede funcionar»
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Iniciar sesiónMinistro del primer Gobierno de Adolfo Suárez, Ignacio Camuñas (Madrid, 1940) recibe a ABC en su casa de la madrileña localidad de Pozuelo. Impecable en el trato y en la indumentaria, presume de las fotos de esos primeros años de la democracia de los ... que fue protagonista, que se mezclan con los libros de las estanterías de su despacho, aunque confiesa que ahora lee más los periódicos. «Está todo en ellos», comenta mientras señala algunos recortes de páginas que guarda. Recuerda que los políticos, como los actores de teatro, siempre mantienen su condición. «Obviamente ahora estoy fuera de cartel, lo que no significa que no me siga considerando actor».
-La Constitución cumple 42 años. ¿Ha llegado el momento de reformarla?
-La gran virtud de la Constitución de 1978 es que logró el consenso entre todas las fuerzas políticas mayoritarias del Parlamento en ese momento. Ese es su gran mérito, pero para lograr ese consenso fueron necesarias concesiones, que han provocado disfuncionalidades que se han puesto de manifiesto a lo largo de estos años.
-¿Qué disfuncionalidades?
-El estado autonómico. En la Constitución se llegó a un compromiso que es un punto intermedio entre un estado unitario y un estado federal. Eso exigía una lealtad entre los actores intervinientes en el pacto. Una lealtad que no se ha dado. Al faltar lealtad, básicamente por parte de los partidos nacionalistas, que son los que han roto el acuerdo, todo el estado autonómico está generando múltiples problemas y disfuncionalidades en el normal funcionamiento del Estado. Sin respeto al pacto constitucional es imposible que España funcione adecuadamente.
-Y eso, ¿cómo se arregla ahora?
-Ante esta situación, hay quienes quieren dar el salto hacia el estado federal, como el PSOE, y hay otros que pensamos que sería mejor el estado unitario, un modelo más similar al francés. Lo que ocurre en España es que hay una quiebra de la lealtad de los partidos nacionalistas y un estado federal con unos partidos nacionalistas que quieren romper la unidad nacional no va a funcionar nunca. Si tuviéramos un estado unitario no existirían diecisiete parlamentos autonómicos o diecisiete gobiernos autonómicos. Habría un único parlamento depositario de la soberanía nacional. Pero no hay ni mucho menos el consenso necesario para volver a un estado unitario. Solo si volvemos a un principio de acuerdo entre los dos principales partidos del centroderecha y del centroizquierda podremos salir adelante. Sin acuerdo profundo entre el PP y el PSOE la situación irá deteriorándose aceleradamente.
-¿Un acuerdo para qué? Como usted ha dicho, el PSOE propone un estado federal que el PP no va aceptar.
-Un acuerdo para reestructurar el pésimo funcionamiento del estado autonómico que nos está creando demasiados quebraderos de cabeza. Nuestro país tiene los mismos grandes problemas que cualquier otro de la Europa Occidental: las migraciones, el cambio climático, la crisis económica, la digitalización... Pero España tiene un problema adicional y es que el Estado está funcionando muy mal por la opción que hicimos en el año 78 de este estado híbrido en el que, además, las partes que salieron más beneficiadas, los nacionalistas vascos y catalanes, son los que están generando los mayores problemas para que el Estado funcione correctamente. Y le pongo dos ejemplos: la declaración de una representante de ERC en las Cortes cuando dijo: «A mí la gobernabilidad de España me importa un comino», y la de los señores de Bildu que han venido al Congreso a declarar que ellos «están dispuestos a acabar con el estado español». Con esos interlocutores es imposible que esto funcione bien. Y ahí la mayor responsabilidad recae en el Partido Socialista. Yo soy de los que cree que cuando el PSOE se centra y actúa como un partido de corte europeo, como una socialdemocracia, España funciona razonablemente bien. Pero cuando el PSOE se desboca, pierde la centralidad y se alía con comunistas y separatistas, España no va a poder funcionar.
-Esa es la situación actual.
-Sí es la situación actual que nos lleva al disparate en el que estamos viviendo, y el mayor responsable es el PSOE.
-Usted fue uno de los fundadores de Vox. ¿No cree que la división de la derecha en tres partidos es también responsable de la situación que vivimos?
-Ha habido dos presidentes, aparte del actual, que es caótico, con una enorme responsabilidad en esta situación: José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Zapatero porque ha puesto en cuestión las bases fundamentales del pacto constitucional, la reconciliación entre todos los españoles. La Constitución de 1978 se pudo hacer porque hubo una reconciliación entre la derecha franquista y el Partido Comunista, un pacto que facilitó que se aprobara la Constitución. Zapatero, a través de la Ley de la Memoria Histórica, pone en cuestión ese pacto de reconciliación y de alguna manera socava los cimientos de la Constitución. España había funcionado razonablemente bien entre 1978 y 2004, habíamos crecido, ingresado en Europa, en el euro… al socavar ese pacto y esos cimientos se pone en entredicho lo logrado en 1978.
-¿Y Mariano Rajoy?
-Tiene también una gran responsabilidad porque durante su mandato se produjo la ruptura del gran partido de la derecha, el PP, y han surgido por un lado Vox y por otro Cs.
-¿Cree que el centroderecha puede o debe volver a aglutinarse en un solo partido? Hay quien dice que es la única manera de crear una alternativa al Gobierno actual.
-Creo que la mayor responsabilidad para la reconstrucción del espacio político del centroderecha recae en Pablo Casado, que debería reunir en una fórmula flexible a los grupos que se separaron del PP. En este sentido, lamento los excesos verbales que se están produciendo en el centro y la derecha y que dificultan enormemente el necesario entendimiento que debe haber entre esos tres partidos.
-¿ Pero ve posible una fusión entre PP, Cs y Vox?
-No creo que sea posible hoy la fusión de los tres partidos en uno único, pero lo que yo defendí en 1977 con la UCD, y que provocó mi salida del Gobierno de Adolfo Suárez, lo propongo ahora para las tres fuerzas políticas del centroderecha. Deberían ir hacia una federación en la que cada formación mantenga su perfil ideológico pero que les permita comparecer conjuntamente en unas elecciones y visualizar una posibilidad de alternancia política. El electorado tiene que ver que hay una alternativa. Con estos tres partidos separados, enfrentados y discutiendo un día sí y otro no, el electorado no va a saber qué hacer. Es de urgente necesidad la articulación de una alternativa democrática al Gobierno socialcomunista que además está apoyado por los que quieren romper España.
-Las investigaciones judiciales sobre don Juan Carlos, ¿cómo cree que están afectando a la Monarquía? ¿Cómo juzga el papel de la Institución en la Transición y en el momento actual?
-El balance político del Reinado de Juan Carlos I es extraordinariamente positivo para nuestro país y Felipe VI está teniendo un comportamiento impecable, creo que no se le puede achacar el más mínimo fallo ni el más mínimo error. No obstante, reconozco que se ha organizado una polémica por unos datos que han aparecido últimamente que afectan a distintos movimientos personales del Rey Don Juan Carlos. Pero comportamientos personales de dudosa calificación los han tenido el presidente Chirac, Giscard d'Estaing, Hollande, y a nadie se le ocurre cuestionar la República francesa. Comportamiento personal en discusión también lo ha tenido Jordi Pujol y a nadie se le ocurre poner en cuestión a la Generalitat.
-¿Cree que hay un interés concreto en atacar a la institución?
-Evidentemente. La estrategia de Podemos es muy clara. Derribando la Monarquía se derriba la Constitución de 1978 y se abre paso a un proceso constituyente. Eso es lo que pretende.
-¿La Monarquía Parlamentaria sigue siendo el mejor modo de organización política para España?
-Yo creo que sí.
-Entonces mejor no abrir el melón de la reforma constitucional.
-Se podría abrir si previamente se llegara a un acuerdo profundo entre el Partido Socialista y los partidos del centro derecha para abrir el proceso y debatir un ajuste de la Constitución. Por ejemplo, yo creo que hay un apoyo muy mayoritario en España para que se produjera la reasunción por parte del Estado de las competencias de Sanidad, Educación y Justicia. Esa sería una primera medida de reajuste del estado autónomico.
-PP y PSOE no se ponen de acuerdo para renovar el poder judicial. ¿Cree que se debería cambiar el modo de elección del CGPJ?
-Hay que sacar las manos de los políticos de la elección de los miembros del CGPJ y para ello hay que acabar con el sistema actual que introdujo el PSOE en 1984 y que los miembros del Consejo del Poder Judicial los elijan los propios jueces y magistrados y que luego la propuesta que hagan se ratifique en una votación en las Cortes. El reparto actual me parece indecente.
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