Granados, enfadado con un constructor: «Me tiene calentito»

En una conversación pinchada el 22 octubre de 2014 y contenida en el sumario del caso Púnica , al que ha tenido acceso Efe, el exconsejero madrileño habla con la exconcejal de Majadahonda María Victoria Cristóbal Araújo sobre una finca de Higuera de las Dueñas (Ávila) a nombre de una empresa administrada por el constructor Ramiro Cid Sicluna, pero que Granados reclama como suya a medias .

Durante la llamada, Granados dice estar «muy quemado» con el constructor por tener que estar supeditado a asumir ser el propietario en la sombra de la propiedad y dice no fiarse de él.

«Paco, aprovecha el calentón », le dice entonces ella, a lo que responde: «Claro que lo voy aprovechar, y quiero partir peras de todo. Es que al final resulta es que se lo voy a decir: '¿es que te tengo yo que pedir el favor de disponer de lo mío?'».

«No tengo edad ya. Así que vamos a ver como lo hacemos », prosigue Granados, que más adelante insiste en que su actitud le tiene «calentito» y que ha llegado a la conclusión de que «no es de fiar».

En ese momento, la exedil le recuerda la actitud del constructor a partir del momento en que Granados dejó de ser consejero , algo que ocurrió en 2011,cuando pasó a ser miembro del Senado hasta que, en febrero de 2014, renunciara a sus actas de senador y de diputado de la Asamblea de Madrid.

Victoria: No, y porque le has visto que cuando tú has dejado de estar...

Francisco: ¡Hombre! Hombre.... ¡Por dios! Lo que me ha dicho Ricardo. Dice: «hombre, eh Paco, yo no digo nada, pero es que cuando tú eras consejero se pedía un camión de leña y antes de colgar el teléfono ya estaba aquí el camión».

V: Sí, es que eso...

F: Y ahora todo son problemas, ahora todo son problemas.

Más adelante, Granados zanja la conversación informando a la concejal de que iba a llamar al constructor: « Voy a llamar a Ramiro . Oye Ramiro, a ver qué que día quedamos tranquilitos, nos sentamos y eh... hablamos cómo resolvemos esto».

Cinco días después de esta conversación, Granados fue detenido por la Guardia Civil y desde entonces permanece en prisión como cabecilla de esta trama de corrupción municipal y regional, que, según el juez Eloy Velasco, usó «en beneficio propio».

De hecho, uno de los argumentos del magistrado de la Audiencia Nacional para dejarle en la cárcel es que se han identificado varias operaciones inmobiliarias que podrían haber sido en realidad una contraprestación a Granados por parte de empresarios que recibieron adjudicaciones gracias a su mediación.

La Guardia Civil recoge este pinchazo en un informe de noviembre de 2015 por el que pide al juez Velasco el registro de la finca «Fuentenebro» de la localidad abulense, en la que se encontraron caballos, quads y vehículos todorreno.

Cuando la Guardia Civil acudió al registro de la propiedad, los agentes descubrieron que la finca estaba dividida en parcelas y que de todas ellas era propietaria la sociedad Tuvalu Gestión, administrada por Cid Sicluna.

Según la Guardia Civil, la finca es parte del «patrimonio oculto» del exconsejero del PP, aunque solo pagaron el dinero de la adquisición Cid Sicluna y el otro presunto cabecilla de la Púnica y socio de Granados, David Marjaliza , quien posteriormente dijo al juez que el verdadero propietario del terreno es Granados.