La Generalitat negocia un multimillonario contrato de espionaje para los Mossos

La licitación de este macrocontrato de espionaje fue lanzada el 14 de septiembre, tan solo unos días después de que Puigdemont, Junqueras y Forcadell iniciaran el golpe independentista con la votación en el 'Parlament' de las ilegalizadas leyes del referéndum y de transitoriedad para la constitución de la pretendida república catalana.

La Generalitat está dando curso a este contrato de espionaje se está siguiendo con especial discreción. De hecho, se está realizando por «procedimiento reservado» y «tramitación restringida» , por afectar al ámbito de la «defensa y seguridad» de Cataluña, según se hace constar en la propia documentación oficial de este concurso.

Las especiales condiciones de la licitación se reflejan también en los criterios de adjudicación de este multimillonario contrato: a la hora de puntuar las ofertas que presenten las empresas especializadas - el plazo de presentación concluyó el 29 de septiembre, en vísperas del referéndum ilegal -, el 40% de la puntuación se otorgará de forma subjetiva, bajo «criterios que obedecen a juicio de valores», mientras que solo el 60% se otorgará según criterios estrictamente técnicos y objetivos, «con aplicación de fórmulas automáticas».

Este contrato parte con un valor estimado de 8,36 millones de euros (impuestos incluidos), para los cuatro años de duración inicial y los dos de prórroga que se podrán aplicar de forma automática por acuerdo de las partes. Será un gasto que, a la postre, acabará financiándolo el Estado , dado que hace años que el gasto público del Ejecutivo catalán se sostiene a base de las inyecciones de dinero extra que realiza el Gobierno central.

En total, la Generalitat está dispuesta a gastarse más de un millón y medio de euros anuales para dotar a los Mossos «del hardware y el software más avanzado» en el campo de la interceptación de las comunicaciones , así como en «soluciones de almacenamiento y de entrega de la información». En definitiva, servicios de consultoría, desarrollo de programas informáticos especializados, diseño de estrategias en internet y asesoría profesional de alta cualificación. Todo ello para garantizar a la Policía de la Generalitat de unos «servicios integrales de interceptación y monitorización de las comunicaciones» con «la máxima capacidad operativa» y «con las adecuadas garantías legales» .

Este macontrato de espionaje policial lo impulsa la Generalitat un par de años después de que trascendieran los contactos que la cúpula de los Mossos había entablado con una empresa italiana especializada en tecnologías de espionaje , con la intención de adquirir sistemas avanzados en este campo. Aquello disparó la polémica, fue visto con recelo por el Ministerio del Interior -el órdago secesionista ya lo había puesto en marcha el gabinete presidido entonces por Artur Mas- y evidenció las intenciones de la Generalitat por dotarse de medios propios en el ámbito del espionaje.