La Fiscalía se opone a dar permisos a Rull, Turull y Sànchez para salir de prisión y hacer campaña

Considera la Fiscalía que «en el corazón» del juicio acceder a las peticiones de los tres acusados «posibilitarían las situaciones de riesgo que la prisión ha tratado de conjurar» y «pugnaría con los motivos que determinaron la detención: los graves hechos que provocaron la ruptura violenta del orden constitucional con el propósito de derogar la Constitución y obtener la independencia».

La Fiscalía hace referencia a un auto en el que el juez instructor Pablo Llarena rechazaba en diciembre de 2017 conceder permisos a Jordi Sànchez para que participase en actos de campaña a las anteriores elecciones al Parlament de Cataluña y dar entrevistas desde prisión.

En esa resolución, el juez justificaba la limitación del derecho de participación política de Sànchez ante el riesgo de impulsar «movilizaciones públicas violentas» ya que podrían aprovecharse «para propiciar que los tumultos se materialicen».

En su informe, la Fiscalía señala que Sànchez, Turull y Rull, cabezas de lista de JxCAT por Barcelona, Lleida y Tarragona, respectivamente, se han integrado en la candidatura estando en prisión e «incluso incursos en medio de un juicio» por lo que «por más que dicha circunstancia comporte una limitación evidente» para participar en campaña no supone la imposibilidad de ser elegido.

Es así, según los fiscales, porque no tienen «completamente anulada su capacidad para dirigirse al electorado» y recuerda además que el derecho de voto y elegibilidad de los tres acusados «ha sido absolutamente respetado».

Aún así, la Fiscalía reconoce que hay «restricciones» en el derecho de participación en una campaña electoral «por más que esta participación resulte inherente a la postulación de un candidato» y asegura que el ideario de sus candidaturas puede ser defendido por otros integrantes de la lista.

En relación a la petición de los tres acusados a atender a medios de comunicación en los recesos, señala que la ley así lo permite en el caso de encontrarse con «situaciones extraordinarias de la vida privada y familiar» que justifican la salida de la cárcel por «razones humanitarias» para asistir a actos que se producen «de forma más bien excepcional en el discurrir de la vida diaria». Algo, por tanto, «ajeno a lo que ahora pretenden» los acusados.