Una petición en internet, miles de firmas en pocas horas y una victoria por semana
La acción ciudadana online logra dimisiones de políticos, reformas de leyes e incluso concesiones de indultos
Una petición en internet, miles de firmas en pocas horas y una victoria por semana
Mes de marzo. El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Torà en Lérida, Josep María Alsina, mata con tres tiros de escopeta a un perro abandonado en plena calle y lo remata dándole golpes de bastón.
Un ciudadano decide crear una petición en l ... a plataforma online change.org exigiendo la destitución o renuncia del teniente de alcalde y, rápidamente, miles de personas firman la petición, que logra recabar 12.300 firmas . Una semana más tarde, la alcaldesa del municipio, Mercè Valls, anuncia el cese de Alsina.
Como en esta ocasión, c ada semana la plataforma change.org logra al menos que una de sus peticiones provoque cambios . Y la cifra sigue creciendo: pronto sumarán una victoria al día en España.
Francisco Polo , su director en España, asegura que en los tres primeros meses de 2012, lograron «más de 30 victorias», lo que supone un éxito cada tres días. «Change.org es una plataforma abierta, cualquiera puede iniciar una campaña propia y esperar a que otros quieran secundar su propuesta con su firma», apunta Polo, quien recuerda que ellos solo son el medio, no el emisor .
Elegir al destinatario
El éxito de este tipo de iniciativa ciudadana es su sencillez y la capacidad de poner en contacto a personas que ni siquiera se conocen. Solo hay que crear la petición, elegir un destinatario y argumentarla.
Polo asegura que « el número de firmas no es nada determinante » a la hora de asegurar el éxito de una propuesta. «Hemos visto cómo se provocaban cambios con 40.000 firmas, pero también con sólo 600».
Polo recuerda el caso de las revueltas estudiantiles en Valencia . Entonces recogieron más de 40.000 firmas en pocos días para pedir al Defensor del Pueblo de Valencia que abriera una investigación sobre los incidentes ocurridos en la carga policial contra los estudiantes. «Al final se logró que el defensor, José Cholbi, abriera tal investigación, que era el objetivo de la iniciativa».
También recuerda el caso de una pareja de homosexuales que no podía inscribir a su hija en el registro por «tener dos padres». Con sólo 600 firmas «el ministro de Justicia dio la orden para que se inscribiera a todos los niños» .
«El éxito depende del destinatario », asegura Polo. «Tiene que estar muy bien escogido, que pueda tomar una decisión sobre lo que se le pide, y también que la historia humana enganche» para sumar más fuerzas.
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