La Policía gala teme que etarras huidos acaben en la delincuencia

Al margen de los etarras que se encuentran en América, aproximadamente medio centenar se ocultan por diferentes países del Viejo Continente. De ellos, hay constancia de que una decena están c ompletamente descolgados , porque tras huir a Francia en los dos últimos años no pudieron contactar con las estructuras de ETA. Pero los problemas de subsistencia también afectan a quienes mantienen vínculos con la organización criminal, ya que esta se encuentra en una situación económica muy precaria , especialmente desde que decidió suspender la extorsión, su principal fuente de ingresos en el pasado. Recientemente, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz , informaba de que la banda criminal tiene dinero para mantenerse no más de año y medio. La actual militancia de ETA está integrada por pistoleros escasamente adoctrinados, a quienes solo se les preparó para matar, así que no están mentalizados muchos de ellos para deponer las armas, de acuerdo con la decisión de la organización terrorista anunciada el pasado 20 de octubre.

Hay precedentes. Muchos de los pistoleros de los denominados Comandos Autónomos Anticapitalistas se dedicaron a atracar entidades bancarias e incluso a traficar con drogas en Francia para sobrevivir, después de que esta banda quedara totalmente desmantelada por las Fuerzas de Seguridad. Asimismo, en su momento se sospechó de que detrás del secuestro del nieto del empresario Patricio Echeberria, nunca reivindicado, habrían estado antiguos miembros de ETA pm VII Asamblea , que buscaban una forma de ganarse la vida tras la autodislución de esta banda. Asimismo, en diciembre de 1988 la Policía detuvo a los expolimilis Joaquín Olano e Ignacio María Suescun , tras sorprenderles cuando atracaban una entidad de ahorro en la parte vieja de San Sebastián. Se da la circunstancia de que Olano utilizó una pistola que años antes había robado a una empresa de seguridad. Hecho del que fue absuelto por la Audiencia Nacional por falta de pruebas. Unas pruebas que después se obtuvieron en el asalto a la citada entidad.