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Esta vez sí: el director de la DGT no se va a Sevilla y trabaja para combatir el temporal

La actitud de Gregorio Serrano contrasta con la que mostró el mes pasado, cuando se le acusó de no actuar con profesionalidad durante las tormentas que el Día de Reyes colapsaron la AP-6

ABC.ES

Con la expresión grave, en mangas de camisa y con el «walkie talkie» pegado a la oreja, Gregorio Serrano –director de la DGT– ha seguido con atención, desde el centro de control de la DGT, cómo se ha desarrollado el temporal de frío y nieve que ha azotado a la mitad de España. Esta vez sí: Serrano se ha colocado al pie del cañón, ha trabajado y, sobre todo, ha evitado convertirse de nuevo en el blanco de los reproches.

Se trata de una actitud que contrasta con la que mostró el mes pasado, cuando se le acusó de no actuar con profesionalidad durante el temporal que el Día de Reyes logró colapsar buena parte de las carreteras españolas. Unas críticas que, como dejó claro en Twitter, no supo digerir: echó más leña al fuego con una particular petición de disculpas . En un mensaje difundido en la red social, pidió perdón a quienes estaban «molestos» por que estuviera en Sevilla con su familia el día de Reyes y siguiera el colapso de la AP-6 desde esa «maravillosa ciudad donde funcionan las líneas telefónicas e internet».

Tras sus incendiarias palabras, los reproches se multiplicaron y varias voces de los partidos de la oposición se alzaron para pedir su dimisión. En vista de que la situación solo iba a peor, se vio obligado a comparecer en público ; lo hizo defendiendo su gestión y cargando la responabilidad principal de los errores en la concesionaria de la AP-6.

Recordó que la concesionaria, además de explotar la gestión de la autopista «tiene la capacidad formal y material de adoptar las medidas necesarias para la gestión del tráfico», mientras que al ministerio de Fomento le corresponden las «facultades inspectoras» frente a la «labor ejecutiva» de la concesionaria que «tiene control total de acceso y la materialización de los cortes». Pidió disculpas a todos los afectados por el temporal pero no asumió los fallos en primera persona; se decantó por achacar el desastroso desenlace de la situación a que «la predicción meteorológica desafortunadamente no es una ciencia exacta».

Sin embargo, esta vez, frente a un nuevo temporal que ha dejado casi 400 carreteras cortadas, Serrano ha hecho gala de una actitud muy diferente a la de hace un mes. Ha estado en el centro de control de la DGT desde primera hora de la mañana, al mando de la coordinación de las carreteras y con un inseparable «walkie talkie» por el que daba órdenes y seguía, atento, todas las novedades.

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