Decálogo para combatir a los terroristas que matan en nombre del Islam

1- Permanente mejora y adecuación : La eficacia ha colocado a España a la vanguardia de la UE en la lucha contra la yihad. En la presente legislatura han sido detenidos en España en operaciones contra redes yihadistas 125 personas. Y desde el 11-M, casi 600. Pero hay que mantener la guardia alta, porque quienes ejecutan este tipo de terrorismo no necesitan tener detrás una estructura ni diseñar el ataque. Esto les convierte a veces en «enemigos invisibles» y muy imprevisibles. Las Fuerzas de Seguridad se tienen que adaptar continuamente a este nuevo fenómeno.

2 Estrechar la colaboración con otros países : La colaboración con Marruevos es impecable y debe blindarse ante cualquier discrepancia o tensión que pueda surgir entre países vecinos. Comparten la misma «agenda» y este modelo debe extenderse a otros países, para que los retornados de Siria o Irak no puedan moverse fácilmente por la UE, como ocurrió con el terrorista que intentó una matanza en un tren de Francia este pasado verano .

3- Mejorar la coordinación con el CNI: CompartFunciona notablemente, pero siempre quedan cabos sueltos que han de resolverse. La función del Centro Nacional de Inteligencia es vital porque la Seguridad también se defiende en el Sahel, o zonas en conflicto. Es clave en las labores de Inteligencia, para controlar a los combatientes que regresan a España.

4- Estrechar lazos con Agencias extranjeras : España se ha convertido en un país fiable por su implicación contra la yihad global, y ello ha facilitado al CNI estrechar el marco de colaboración con los Servicios de Inteligencia más potentes, como los del Reino Unido, Francia y especialmente la CIA. Peligrosos yihadistas han sido arrestados en diferentes países gracias al CNI.

5- Mejorar la contranarrativa contra la yihad : El 80% de los reclutados lo son mediante internet, donde el Estado Islámico, muy especialmente, ha extendido una potente y eficaz propaganda. Con plataformas digitales y la más sofisticada tecnología. Ello facilita que muchos jóvenes de Occidente se dejen atrapar por la mentira de unos heróicos combatientes luchando por el califato. Hay que contraprogramar esa propaganda atrayéndose, por qué no, la complicidad de la comunidad internauta.

6- Mayor implicación de los líderes islámicos : La mayoría de los imanes y líderes de la comunidad musulmana en España repudian que se cometan atrocidades en nombre del Islam. Condenaron con rotundidad los atentados de enero en París. Pero se echa en falta un discurso más sostenido en el tiempo. ¿Por qué no condenar que redes yihadistas trafiquen con muchachas para convertirlas en esclavas? ¿O con menores?

7-Mantener los planes contra la radicalización : Sobre todo, será necesario adaptar a las nuevas circunstancias el programa que se sigue en las cárceles para evitar que sean centros de captación. Vigilar e incluso adoptar medidas legales contra aquellos imanes que utilizan lugares de culto o sus entornos para adoctrinar.

8-Aunar lucha contra el crimen y la yihad : En uCada vez es más evidente la vinculación entre el terrorismo yihadista y el crimen organizado. En el mercado negro internacional, junto a la ventanilla en la que se venden armas hay otra en la que se suministra droga. De ahí que deba mantenerse el entro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), creado este año, para coordinar investigaciones en ambos ámbitos.

9- Mantener lazos con los aliados internacionales : España, sea cual sea el color del Gobieno que surja de als próximas elecciones generales, deba mantener el marco de colaboración con sus aliados internacionales. La amenaza yihadista que se cierne sobre España es global y el escenario para combatir a Al Qaeda o al Estado Islámico también está en Siria, Irak, Sahel. Debe coordinar medidas también contra la creciente amenaza que supone la presencia de los terroristas yihadisats en Libia.

10- Convenios de colaboración con países de la región: Se trata de ayudar a aquellos países en el entorno geográfico de Siria e Irak, para evitar que caigan en las garras del Estado Islámico o Al Qaeda.