El crimen y enterramiento de Manuela Chavero, paso a paso ante la comisión judicial

La calle Cerezo, la casa de Manoli, como la llamaban, será el punto de inicio de la reconstrucción del crimen que durará varias horas y se desarrollará en todos los escenarios con la participación del presunto autor: la vivienda -en esa misma calle- de Eugenio Delgado, en prisión desde el pasado septiembre; el cortijo de su propiedad al que la trasladó (ya muerta) a unos cinco kilómetros, y la zorrera en la que la enterró a un kilómetro escaso de esa casa rural.

Lo máximos responsables de la Sección de Homicidios y Desaparecidos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se han desplazado a Monesterio para esta diligencia, ordenada por el juez, en la que se tratará, por un lado, de corroborar la declaración que Delgado hizo tras ser arrestado y, por otro, determinar si algunas de las lesiones que presentaba la víctima se produjeron durante el traslado del cuerpo campo a través en la pala de un tractor del detenido.

Una agente de la UCO de «similares características físicas» a las de Manuela Chavero hará de figurante durante la reconstrucción «salvo en determinados momentos en los que se recurrirá a un maniquí» para preservar la integridad física de la funcionaria. Por ejemplo, cuando utilicen una excavadora o tractor como el que condujo Delgado, según su propia declaración, para transportar el cadáver de Manoli a través de la finca.

Eugenio Delgado tiene previsto ratificar lo que ya contó a los investigadores y al juez, según ha podido saber ABC, «sin apartarse del guion». Fue a casa de Manoli pasada la una de madrugada porque vio la luz encendida para devolverle una cuna que ella le había prestado. La mujer lo acompañó a su casa, unos metros más abajo, allí forcejearon y ella se cayó y se golpeó en la cabeza de forma accidental . Se asustó al ver que había muerto, la metió en el maletero de su Opel Vectra y condujo hasta su finca. La dejó en el cortijo sin saber qué hacer y volvió a su casa.

Varias horas después, casi a las seis de la madrugada regresó al campo, la desnudó, quemó sus ropas, la envolvió en una sábana y un albornoz, la trasladó en la pala del tractor, y la enterró en unas zorreras que hay en la propiedad . Después, calló durante más de cuatro años hasta que fue detenido por la UCO, cuyos agentes llevaban meses controlando sus movimientos. Unas horas antes de ser arrestado aseguró a un abogado de Sevilla y a un testigo protegido, que aparece en una pieza secreta de la causa, que tenía intención de entregarse.

La reconstrucción del crimen había sido pedida tanto por la Fiscalía como por las partes para intentar esclarecer cómo murió Manoli. La autopsia y el informe ampliatorio no avalan la declaración del detenido pero tampoco establecen de forma clara cuál fue el mecanismo de la muerte.

La UCO sospecha además que Eugenio Delgado, vecino de la víctima, intentó agredirla sexualmente aunque el tiempo transcurrido y las condiciones en las que se deshizo del cuerpo han borrado cualquier evidencia física. Los investigadores tratan de establecer un patrón de conducta basado en el comportamiento anterior del ahora detenido con las mujeres (cliente habitual de prostitución) y el tipo de relación que establecía con ellas.

En la reconstrucción que contará, como se ha dicho, con una guardia civil de la UCO de estatura y peso similar al de Manoli, se empezará la diligencia en la casa del detenido, a solo unos metros de la de Chavero y se continuará el recorrido que supuestamente hizo con el cuerpo.

La autopsia, como se ha dicho, ni siquiera es concluyente respecto al mecanismo de la muerte, probablemente a golpes que fracturaron tres costillas y la nariz, como adelantó ABC. Según ese informe la muerte es compatible con una caída o golpe contra un mueble, contra el suelo o también desde una cierta altura y con una muerte violenta producida con un palo, un martillo o a golpes, por ejemplo con los puños.

La Fiscalía pidió un informe complementario al Instituto de Medicina Legal de Badajoz en el que se afirma que no existe compatibilidad entre la declaración de Eugenio Delgado (muerte accidental) y las huellas antropológicas halladas en el cadáver y que el transporte del cuerpo en una pala excavadora campo a través tampoco permite explicar las lesiones encontradas. La reconstrucción, ordenada por el juez, tratará de despejar esas dudas.