Fernández Díaz anula su visita al polémico centro de internamiento de la Zona Franca de Barcelona

La visita llega con el debate sobre las condiciones en las que viven los internos, después de que dos de ellos hayan decidido hacer una huelga de hambre por protestar contra agresiones y cuatro llegaran a lesionarse para ingresar en el hospital y posponer su extradición.

De momento, han logrado suspender su expulsión que estaba fijada para el pasado viernes, si bien las autoridades intentaron trasladarles sin éxito a Madrid para que tomaran un avión de cinco horas destino Georgia, ha explicado a Europa Press el abogado de dos de ellos Xavier Hereu. A medio camino tuvieron que regresar porque su estado era deplorable y sangraban, aunque al llegar de nuevo al CIE no fueron atendidos por ningún médico ni trasladado de nuevo al hospital, asegura Hereu.

Aparte de estos últimos casos, las críticas por el hermetismo del CIE rebrotaron con la negativa de la delegada del Gobierno en Catalunya , Llanos de Luna, a que el Síndic de Greuges visitara las instalaciones, alegando que no era de su competencia y que ya lo había visitado la Defensora del Pueblo, figura homónima en el Estado.

La muerte de un interno en diciembre alertó a la ciudadanía, y ha habido gestos políticos, como por ejemplo la misma visita de Fernández Díaz con el nuevo y primer reglamento -largo tiempo reclamado por las asociaciones- bajo el brazo. Las líneas maestras, informa Cruz Morcillo , consagra el carácter policial de los centros y se consagra el nombre de «centros de estancia controlada de extranjeros», sin cambiar el modelo de funcionamiento, que está en la base de las denuncias.