El cáncer del etarra Bolinaga no es «terminal» y puede ser tratado en prisión

Con el dictamen del forense en la mano —que el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria solicitó a instancias del Ministerio Público— el fiscal Pedro Rubira, que ha asumido el caso en sustitución de Javier Zaragoza, decidirá si recurre o no el tercer grado que el Gobierno concedió al terrorista por «razones humanitarias», dada la enfermedad irreversible que padece. El régimen abierto es un paso imprescindible para obtener la libertad condicional.

Sin embargo, este informe contradice el elaborado por la cárcel de Zaballa (Álava), que explica que no es posible recibir el tratamiento que necesita Bolinaga en prisión porque «hay enfermerías que son como centros de atención primaria» y «ese tratamiento exige estar ingresado en un hospital», según señaló el jueves el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz .

La progresión de grado, que hubiera sido «prevaricar» de no haberse hecho, según afirmó este jueves el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz , se produjo quince días después de que el secuestrador de José Antonio Ortega Lara iniciase una huelga de hambre junto con internos como Arnaldo Otegi . Tanto Bolinaga como el lider batasuno y otros destacados miembros de ETA la abandonaron con el tercer grado.