El secuestrador de Ortega Lara pide «que no se haga ninguna locura»
El preso etarra, que exige su excarcelación por un cáncer terminal, no demuestra arrepentimiento en un mensaje que termina con la expresión que usaba Txomin para animar a la lucha armada
Pablo Ojer
Jesús María Uribetxeberria, el terrorista que mantuvo secuestrado a Ortega Lara y objeto de una campaña de la izquierda abertzale para lograr su libertad ha emitido en la mañana del jueves un mensaje a través de su abogada en el que hace un ... llamamiento a la tranquilidad . Según recoge el periódico Gara, Uribetxeberria ha afirmado: «Quiero hacer una petición clara a todo el mundo: por favor, salga como salga yo de aquí, que no se haga ninguna locura. En ningún sitio».
Sin embargo, a pesar de pedir la clemencia para que sea puesto en libertad , Uribetxeberria no demuestra excesivo arrepentimiento . De hecho, termina el mensaje con la expresión «Aurrera Bolie» (adelante la pelota), que utilizaba el máximo dirigente etarra Txomin cuando animaba a los terroristas a continuar la lucha armada.
Por utilizar esta misma expresión, De Juana Chaos está siendo buscado y se solicitó su extradición a España para ser juzgado ya que se considera que puede ser enaltecimiento del terrorismo.
Uribetxeberria es el centro de la campaña que ha lanzado la izquierda abertzale para pedir la libertad de 14 presos etarras que padecen algún tipo de enfermedad crónica . Esta misma mañana, los informes médicos han corroborado que la situación clínica del etarra, que padece una enfermedad terminal, es «irreversible» .
El secuestrador de Ortega Lara inició la semana pasada una huelga de hambre exigiendo su puesta en libertad, debido a lo avanzado de su enfermedad. A esta protesta se han unido más de 200 presos etarras. La asociación de familiares de presos etarras Etxerat ha elevado la cifra a 541. Son más de 750 los presos repartidos por las cárceles españolas.
Prisiones indica que hay «mucha rotación» en las cifras de los presos en huelga porque muchos de los internos miembros de la banda varían su decisión «de un día para otro» de ponerse en huelga de hambre o abandonarla. Algunos reclusos, pese a haber declarado su adhesión a la protesta, esconden alimentos del economato en sus celdas .
Cuando los funcionarios de prisiones «les pillan» comiendo, ellos mismos cambian su instancia e informan de que dejarán de alimentarse con la comida que les facilita la propia prisión en el comedor. En las conversaciones entre los reclusos, a las que ha accedido ABC , se observa la inconsistencia de la protesta. En ellas, Otegi se muestra contrario a la huelga de hambre porque veía firme al Gobierno y no quería que se lo tomara como un pulso desde las cárceles.
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