Aznar vigilará desde la nueva fundación del PP la estrategia y la ideología del partido

El propio jefe del Ejecutivo admitió durante el acto de protocolo de fusión de cinco de las seis fundaciones de la órbita popular, que la nueva FAES será «un centro catalizador de ideas y una fuente de iniciativas, sustento básico del proyecto político» que «sirvan de base sólida» a la acción del PP y del Gobierno.

Esta macrofundación trabajará en una triple dirección. Por un lado atenderá a cuestiones de formación de cuadros, militantes, interventores y concejales, por poner unos ejemplos; por otro, desarrollará un trabajo intenso en todo lo que afecta al pensamiento, los estudios y programas, de modo que contribuirá a desarrollar el proyecto del centro reformista y a nutrir de ideas y de opciones los programas electorales del PP y, en tercer lugar, pondrá el acento en cuestiones de índole internacional, aspecto éste en el que Aznar desea tener el mayor protagonismo. Habrá un ámbito de relaciones internacionales muy ambicioso con los ojos puestos, fundamentalmente, en el área de cooperación política con aquellos países inmersos en procesos de transición a la democracia. Además se colaborará con otras organizaciones extranjeras en el intercambio de ideas en asuntos como el futuro europeo.

«Influencia y relevancia»

Una persona muy cercana a la nueva fundación explicó a ABC que se optó por la fusión de cinco de las seis fundaciones existentes en la órbita del PP -la Fundación de Estudios Europeos, el Instituto de Formación Política, la FAES que Aznar fundara en 1989, la Cánovas del Castillo y la Popular Iberoamericana- «porque se deseaba institucionalizar y lograr una mayor coordinación y relevancia, influencia y acción. Las democracia se desarrolla a través de las instituciones y las fundaciones son referentes del sistema democrático».

En todo caso, los mismos medios consultados afirmaron tajantes que «no va a ser tanto la fundación de Aznar como la fundación del PP» y negaron cualquier tipo de colisión con el «aparato» del partido una vez que Aznar deje el liderazgo del PP en manos de su sucesor y candidato a la presidencia del Gobierno en las elecciones generales del año 2004 y él se vuelque en la Fundación.

Para evitar susceptibilidades y garantizar una adecuada coordinación entre la FAES y el partido, se ha decidido que actúe como vicepresidente de la nueva Fundación el secretario general del PP, en este caso, Javier Arenas. Asimismo, otros miembros de la dirección popular se integrarán en su patronato, como es el caso del coordinador de Formación, Eugenio Nasarre, que ha sido, junto a su antecesora Mercedes de la Merced, una de las personas que más ha trabajado para hacer posible una sola fundación y conciliar posturas entre los patronatos de todas las ya preexistentes.

«La FAES no va a aspirar a ser otro partido», aseguran las fuentes consultadas que, para argumentar esta afirmación, subrayan, por ejemplo, que los primeros pasos de la nueva Fundación será dar continuidad a las actividades ya programadas por las otras cinco existentes, de modo que «no habrá ruptura». Las viejas fundaciones continuarán su actividad hasta el 31 de diciembre y no será hasta el 1 de enero del año que viene cuando la FAES inicie su andadura en solitario.

Sin embargo, el hecho de que Aznar pretenda volcarse en la presidencia de esta Fundación ha llevado a no pocas personas del PP a vaticinar la posibilidad de que haya «interferencias» entre el actual presidente del Gobierno y su sucesor, no tanto porque Aznar, siempre muy escrupuloso en estos asuntos, pretenda ejercer un control directo sobre el partido, sino porque los propios fines de la fundación posibilitarán cierto tutelaje ideológico, estratégico y hasta programático, tal y como pasó en su momento con la anterior FAES, la fundación que Aznar promovió en Castilla y León y que trajo bajo el brazo cuando desembarcó en el liderazgo del partido.

La nueva FAES contará con un presupuesto previo de unos 12 millones de euros -unos dos mil millones de pesetas- que viene a ser el total de la dotación económica de las cinco fundaciones fusionadas. Tendrá entre treinta y cuarenta patronos, cifra que ha sido una de las más difíciles de establecer habida cuenta de que esas cinco fundaciones suman más de ciento cincuenta. Para evitar problemas de «ajuste», cada uno de los tres institutos dependientes de la Fundación -y que recibirán los nombres de Cánovas del Castillo, Popular Iberoamericana y Manuel Fraga- tendrán, por su parte, un presidente y quince vocales.

La intención de Aznar es incorporar al Patronato a independientes, tal y como hiciera con la FAES originaria en la que se integraron como vocales muchas personas sin carné como José Pedro Pérez-Llorca, Antonio Fontán y hasta Juan Villalonga.

Además del presidente y del patronato, habrá al menos un vicepresidente, que será el secretario general del partido, un secretario general -cargo para el que ya se ha elegido al Baudilio Tomé, ex secretario de Estado de Telecomunicaciones y asesor de Aznar en Moncloa- y un director general. Corresponderá a Tomé impulsar el trabajo del día a día bajo la dirección del presidente y del Patronato, y su labor será fundamental en el tiempo que mediará entre enero del año que viene y las próximas elecciones generales, periodo durante el cual Aznar delegará en él muchas de sus funciones hasta que abandone sus responsabilidades de Gobierno y de partido.