Los analistas de ABC, sobre la ronda de contactos

Esta es la opinión de los expertos de ABC tras la ronda de contactos del Rey con los líderes de los partidos

1

Rivera y el elegido del Rey

De Mayte Alcaraz

Rajoy hizo ayer de Rajoy. Aceptó el encargo del Rey «ma non troppo». Lo intentará porque sabe que socialistas relevantes van a desbloquear la situación. Pero por si acaso, dribló el artículo 99 de la Constitución y no aceptó la investidura sino el encargo, en una ambigüedad discutible legalmente. Su objetivo es descolocar a Rivera:si hace meses justificó su apoyo a Sánchez en que era el candidato del Rey, ahora no podrá negárselo a él. Y luego –cree Rajoy– vendrá Sánchez. Y la investidura. O no.

2

Toda la presión, para Rivera

De Manuel Marín

Hay encargo del Rey y hay aceptación de Rajoy, condicionado a que C´s y el PSOE cedan. El impedimento no se debe a discrepancias programáticas insalvables. Eso es una falacia empleada por Sánchez y Rivera como excusa de mal pagador. La única línea roja que separa a España de un Gobierno es la egolatría táctica como recurso para justificar el inmovilismo. De cuatro candidatos, uno ha ganado y tres han perdido, y por eso bloquean. Ahora la presión sobre Rivera será brutal.

3

Como un espejo

De Salvador Sostres

Rajoy será en los próximos días el espejo de la política española. Ganó unas primeras elecciones y ante el fallido y bochornoso intento de gobernar de los que las habían perdido, unos segundos comicios le dieron todavía más ventaja.

Si PSOE y Ciudadanos continúan sin entender la democracia, ni a sus propios votantes, tendremos unas terceras elecciones, y una más que probable una mayoría absoluta del PP.

Como un espejo, Rajoy será el reflejo de la madurez política de sus adversarios, que hasta ahora se ha demostrado francamente escasa.

4

La maniobra de Sánchez

De Edurne Uriarte

Rajoy ha aceptado el encargo del Rey, pero siempre que tenga los apoyos necesarios para la investidura. En otras palabras, quiere impedir la maniobra de Sánchez, la de una investidura fracasada que le dé a Sánchez la excusa para convertirse en la última y desesperada opción de evitar elecciones.

En esta situación, la clave de lo que ocurra estará en C’s. Si Rivera cambia al Sí, habrá investidura de Rajoy. Si no, Sánchez intentará una investidura imposible, con su propio partido en contra, y nos iremos a unas terceras elecciones.

5

Difícil pero posible

De Curri Valenzuela

Mariano Rajoy hizo ayer lo que tenía que hacer. Lo razonable, diría el: Aceptar el encargo del Rey para tratar de formar gobierno y meter presión a todas las fuerzas políticas que tienen que ayudarle a conseguirlo. O lo hacen, les dijo sutilmente, o habrá que convocar nuevas elecciones.

Fue el único de los cuarto posibles candidatos que después de entrevistarse con el Monarca compareció ante los medios de comunicación relajado, tranquilo, casi casi optimista. No tiene un plazo apremiante para someterse a la votación de investidura, va a tratar de negociar con PSOE y Ciudadanos hasta la extenuación y cómo cree que la única posibilidad de desbloquear la situación política pasa por el, va a resistir todo lo que haga falta. Él, que es maestro de resistencia.

6

«Cul de sac» y terceras elecciones

De Ignacio Ruiz-Quintana

El «cul de sac» es una expresión catalana que viene al pelo para resumir la situación política española, que es la de un sistema agotado (en toda Europa continental). Hasta aquí llegó el Estado de Partidos, que no tiene salida. El «Todos contra Rajoy» (como en su día el «Todos contra Felipe») no es más que otra ley de hierro de la oligarquía: los oligarcas pequeños se unen contra el oligarca más grande, que suele ser el más listo. Rajoy, con su «inmensa minoría» juanramoniana, va a la investidura para «cazar» a Pedro Sánchez, cuyo plan parece pasar por votar «no» en el primer envite y reservarse la «abstención» para el segundo envite. Pero, si la lógica rajoyana no nos falla, no habrá segundo envite, pues Rajoy le tomará la palabra, ese «no» del primer envite, e irá a las elecciones, las terceras, un «Groundhog Day» electoral donde Rajoy, precisamente, es quien más tiene que ganar. Podemos y Ciudadanos no cuentan. Y al fondo, a modo de chantaje, el tabarrón catalán de la sedición continua. Quienes piden una abstención del PSOE quieren privarle al sistema de lo que le queda de teatrillo. ¿Dónde se ha visto un gobierno sin oposición, aunque los dos sean de pega? Son los mismos que ya ponen en solfa (y en público) el sufragio universal, porque votan los pobres y los pobres son populistas. Vacaciones, pues, y a la vuelta, a votar (que no es lo mismo que elegir). Pero es lo que gusta.

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