Aitzol Iriondo, sucesor de 'Txeroki' al frente de ETA

Los indicios con los que trabajan los cuerpos policiales sitúan a Aitzol Iriondo, conocido por los apodos de 'Gurbitz', 'Asier' o 'Barbas', realizando funciones de responsabilidad en el área logística de ETA, en el adiestramiento de terroristas y en la dirección de los comandos. Aparte se le considera sospechoso de estar implicado en varios atentados mortales.

Aitzol Iriondo nació en San Sebastián en 1977, pero era vecino de Lasarte hasta su huida a Francia en agosto de 2002. Sus dos primeras detenciones fueron consecuencia de episodios de desórdenes públicos y de violencia callejera y por ello la Ertzaintza tiene registradas en sus bases de datos las huellas dactilares de Iriondo lo que ha permitido vincularle con un atentado con coche bomba frustrado que se registró en septiembre de 2007 en Logroño.

El presunto etarra fue detenido por primera vez en 1994 en el transcurso de unos incidentes registrados en San Sebastián como protesta por la muerte del miembro de ETA José María Igerategi, 'Ijitu', fallecido en Vitoria al estallarle la bomba que transportaba en una mochila. En 18 de febrero de 2002 fue detenido nuevamente por la Ertzaintza durante una operación contra un grupo de 'kale borroka', pero fue puesto en libertad poco después ya que a quien buscaban los agentes era a su hermano.

En la fecha de la segunda detención, Aitzol Iriondo se encontraba ya encuadrado, presuntamente, en un comando legal de ETA denominado 'Ontza', junto con Oihana Bakedano y un tercer activista, que actuaba como grupo satélite del 'comando Buruntza' (Donosti), a las órdenes de los "liberados" de esta última célula. Los miembros del 'comando Ontza', intervinieron, presuntamente, en la colocación de dos bombas en sendas sucursales bancarias de San Sebastián y en la recogida de informaciones sobre cargos públicos del PP y del PSE.

En junio de 2002, Iriondo fuen requerido por los jefes de los comandos de ETA -entonces Juan Antonio Olarra y Ainhoa Múgica- y enviado a Guipúzcoa para reorganizar el 'comando Donosti'. Durante los pocos meses que este grupo estuvo en activo, realizaron una intensa campaña de captación de colaboradores en Guipúzcoa y Vizcaya. "Gurbitz", además, impartió un cursillo de fabricación de artefactos a una pareja de colaboradores en una casa de agroturismo de Deba alquilada para la ocasión.

En septiembre de 2002, la Guardia Civil detuvo a Oihana Bakedano, lo que provocó que Aitzol Iriondo se diera de nuevo a la fuga y regresara a Francia. La captura de Bakedano permitió descubrir el arsenal que había tenido el 'comando Ontza', que estaba escondido en el trastero de un piso de Usurbil. El arsenal estaba formado por una pistola Walter PPK y un subfusil MAT, además de 24 kilos de dinamita robados en Grenoble (Francia) por ETA. La Guardia Civil también halló una granada Mecar y un casquillo disparado con la misma pistola con la que fue asesinado el teniente de alcalde de Lasarte Froilán Elespe, el 20 de marzo de 2001.

Ese indicio relaciona indiciariamente a los miembros de la célula etarra con el asesinato del concejal socialista. Además, la información sobre el edil fue recopilada, presuntamente, por los integrantes del grupo "satélite". Algunos responsables policiales sospechan también que Iriondo pudo estar implicado en el asesinato del jefe de la Policía Municipal de Andoain, Joseba Pagazaurtunda, en febrero de 2003, pero no hay, al parecer, indicios objetivos con los que respaldar esa sospecha.

Tras la segunda fuga a Francia, en el verano de 2002, Iriondo Yarza fue encuadrado en las estructuras de ETA en territorio galo. Operaciones policiales desarrolladas en el país vecino volvieron a descubrir algunas pistas sobre sus movimientos, aunque sin llegar a dar con el paradero del etarra.

El 1 de septiembre de 2003, en una vivienda de la localidad francesa de Estialecq, fueron detenidos los presuntos etarras Laurence Guimon e Ismael Berasategui. Otro dirigente de la banda, Félix Ignacio Esparza Luri, logró eludir la detención al escapar poco antes de que llegaran los agentes a la vivienda que operaba al servicio del aparato logístico de ETA. En la casa se encontraron documentos falsificados de identidad con la foto de Aitzol Iriondo. Esta circunstancia fue el motivo de que el 8 de junio de 2006, la Justicia francesa le condenara en rebeldía a dos años de cárcel.

En el año 2006, precisamente, su rastro comienza a ser mucho más visibles en las actividades que realiza ETA en territorio francés y se le localiza trabajando codo con codo con el jefe de los comandos, 'Txeroki'. Esta actuaciones de Iriondo le costaron una acusación formal y una orden internacional de detención dictadas por el juez Baltasar Garzón.

El papel de Aitzol Iriondo en el seno de ETA se hace más relevante a partir del mes de julio de 2007, después de fuera detenido el lugarteniente de 'Txeroki' José Antonio Aranibar, alias 'Orkatz'. Aranibar, responsable del 'comando Elurra', fue capturado el 2 de julio en la localidad fronteriza de Saint Jean Pie de Port, cuando se disponía a entrar un coche cargado de explosivos a los miembros de otro comando etarra que también fueron capturados.

Tras la detención de Aranibar, Aitzol Iriondo se convierte en su sustituto y es el encargado de entregar el material a los comandos para perpetrar atentados. Esta última función queda puesta de manifiesto apenas dos meses después del arresto de Aranibar, tras el fallido atentado con coche bomba que ETA intentó el 9 de septiembre en Logroño. En el vehículo cargado de explosivos colocado frente a la Delegación de Defensa la policía encontró unas huellas dactilares que, al ser contrastada con los bancos de datos de la Ertzaintza, se comprobó que correspondían a Iriondo.

El nombre de Aitzol Iriondo volvió a salir públicamente el pasado mes de diciembre después de que miembros de ETA asesinaran en la localidad francesa de Capbreton a dos guardias civiles. Aunque no ha sido confirmado oficialmente, las sospechas de los investigadores recaen sobre Iriondo al que entre los responsables de la lucha antiterrorista se acusa de ser el autor material de los tres disparos que causaron la muerte a los agentes Fernando Trapero y Raúl Centeno. El autor material del doble crimen penetró dentro del coche ocupados por los dos jóvenes guardias, efectuó dos disparos a bocajarro y salió al exterior donde todavía disparó una vez más contra los agentes.