Aguado recula y ofrece «todo su apoyo» a Arrimadas en la sucesión de Rivera

Lo que se interpretó como un farol para presionar y ganar relevancia en la próxima cúpula de Cs ha durado poco. En declaraciones a Antena 3, el que era miembro del Comité Permanente hasta la renuncia de Rivera –con la que se disolvió su Ejecutiva– quiso calmar las aguas tras las fuertes críticas internas que desató un movimiento visto como inoportuno.

«Inés Arrimadas es la persona mejor preparada para dirigir el futuro de Cs», «creo honestamente que la persona mejor preparada para poder liderar este reto se llama Inés Arrimadas», «le trasladé todo mi apoyo», «lo más natural y necesario (…) es que Inés Arrimadas asuma esa responsabilidad»… El recopilatorio de frases para cerrar filas con la jerezana ha contrastado con la postura manifestada ayer por sus afines.

Momentos después de la dimisión de Albert Rivera , aún con la emoción flotando en el ambiente de la sede nacional del partido, desde la Comunidad de Madrid movían ya ficha para tratar de situar a su líder en una posición privilegiada. Emplazaban sus pasos a una conversación con Arrimadas, sí, pero eran incapaces de asegurar el apoyo a su candidatura si finalmente decide dar el paso porque querían conocer «su proyecto».

En las conversaciones sacaban pecho del valor de la Comunidad de Madrid, la región con más compromisarios de Cs, y no descartaban que Aguado se presentase a liderar el partido si Arrimadas no lo hacía o si no le convencía el rumbo que quería imprimirle a los liberales.

Hoy, el tono supone una rectificación evidente. « Estoy ocupado en la Vicepresidencia de la Comunidad », ha llegado a decir preguntado sobre si se presentaría en el caso de que lo rechazase Arrimadas. Aguado ha declarado que ya ayer habló con ella y le trasladó «todo su apoyo», pero lo cierto es que la posición de hoy responde a las críticas internas provocadas por una posición que algunos entendieron como desleal.

No ya con Arrimadas, sino con Rivera, que apenas acababa de comunicar su adiós. En cualquier caso, la jugada de Aguado precipitó los acontecimientos. La inmensa mayoría de integrantes del Comité Ejecutivo apenas podía ocultar ayer su emoción y e vitaba hablar del liderazgo y la sucesión en el partido . «No le voy a quitar ni una sola línea de ninguna crónica a Rivera», aseveró uno de sus integrantes.

Pero Luis Garicano se vio obligado a romper el silencio cuando se sucedieron las informaciones sobre Aguado. El que en su día fue mentor de Rivera y la cabeza visible del sector crítico del partido cerró filas con, la que a su juicio, es la candidata perfecta: Inés Arrimadas. Ahora solo falta que ella comunique si está dispuesta a tomar las riendas. Ayer no quiso decir nada, muy afectada y siempre leal a Rivera.