Abascal promete derogar «sin contemplaciones» la ley trans y la de Memoria Democrática

El presidente de Vox realiza su balance del curso político en un vídeo difundido por su partido, sin rueda de prensa

Santiago Abascal, rodeado por sus diputados, en el último pleno celebrado en el Congreso Jaime García / Vídeo: EP

Por tercer año consecutivo, en la festividad de Santiago apóstol, el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha realizado un balance del curso político muy crítico con el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos. El partido ha difundido su análisis en ... un vídeo de siete minutos y 42 segundos, sin que se haya convocado una rueda de prensa para que los periodistas puedan hacer preguntas. En su despacho en la sede nacional de la formación, en la madrileña calle de Bambú, y junto a una bandera de España, el líder derechista ha prometido que si llega al Palacio de la Moncloa, derogará «sin contemplaciones» la ley trans y la Ley de Memoria Democrática.

Antes, como ya había anunciado el partido, recurrirán ambas normas ante «las instancias pertinentes» una vez se aprueben definitivamente, previsiblemente este mes de septiembre. «Después, cuando los españoles nos den una mayoría suficiente, las derogaremos sin contemplaciones», se ha comprometido Abascal este lunes, en su balance del curso político, rematado con un objetivo: «Hacer posible que la España oficial se parezca, al fin, a la España real».

El líder de Vox ha advertido de que la situación que atraviesa España «es realmente dramática», por lo que urge, según él, sacar a Pedro Sánchez de La Moncloa. Abascal ha lamentado cómo se ha «disparado» la inflación, situada ya en el 10,2 por ciento, y también que mientras se incrementan los precios, continúen «el expolio fiscal» a las clases medias, «la degradación» de los barrios y la «inseguridad», el problema de la despoblación, la crisis del sector primario y la desindustrialización.

«Los españoles padecen hoy un gobierno ajeno a sus preocupaciones cotidianas», ha clamado, y ha metido en la misma ecuación que al Gobierno, como es habitual en él, a los medios de comunicación, a los «sindicatos comprados», a los 'lobbies' energéticos y a «algunos bancos». Vox, ha dicho, continuará actuando en el frente judicial. Ahí radican dos de sus grandes éxitos, la declaración de inconstitucionalidad de parte de los dos estados de alarma nacionales decretados por la pandemia de coronavirus, y el «cierre ilegal del Congreso», impuesto por su presidenta, la socialista Meritxell Batet.

En ese apartado, Abascal ha celebrado que el Tribunal Supremo vaya a revisar los indultos concedidos por Sánchez a los líderes del 'procés', condenados por sedición y malversación, y ha enumerado los recursos de Vox contra la reforma laboral, la ley que «prohíbe rezar en las cercanías de centros abortivos» y decisiones de las «taifas autonómicas» como establecer un pasaporte Covid o «la marginación del español en la educación». La ley trans y la Ley de Memoria Democrática, una vez aprobadas, se sumarán al amplio catálogo de recursos del partido conservador.

En cuestión electoral, Abascal ha tocado la cal y la arena de este año para su partido, Andalucía y Castilla y León, aunque en ambos casos ha vendido el vaso medio lleno. En Andalucía ha celebrado que su partido haya pasado de quinta a tercera fuerza política, aunque la realidad es que el 'sorpasso' se debe al hundimiento de Ciudadanos y de los partidos a la izquierda del PSOE. Vox apenas creció dos escaños, pasó de doce a catorce, cuando esperaba al menos doblar su resultado anterior y competir con PP y PSOE.

Más fácil le ha sido vender su éxito en Castilla y León, donde lograron por primera vez entrar a formar parte de un gobierno autonómico, en coalición con el PP. Es el vivo ejemplo, ha defendido Abascal, de que «las cosas pueden cambiar». Así, en sus primeros meses han elaborado un plan anticrisis con «bajadas radicales» de impuestos, ayudas a la natalidad, apoyo al campo y desarrollo de infraestructuras. También, el Gobierno autonómico ha rebajado un cincuenta por ciento las subvenciones a sindicatos y organizaciones patronales, «ahorrando más de veinte millones de euros». «Castilla y León será -ha prometido Abascal- la primera región en derogar una ley de memoria histórica que será sustituida por una ley de concordia y reconciliación».

Por último, ha mencionado la acción de Vox en la calle, con las manifestaciones secundadas por su sindicato, Solidaridad, contra el encarecimiento de la luz y del gas, y en apoyo a agricultores y ganaderos, entre otras movilizaciones. También se ha referido brevemente a sus alianzas internacionales, con alusión destacada a la cumbre de Madrid en enero, donde reunió a «líderes patriotas europeos» como Marine Le Pen, Viktor Orbán y Mateusz Morawiecki.

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