Abascal acusa al PP de «blanquear» el socialismo y reclama el voto a Vox: «Les pido su confianza»
El líder derechista cierra la campaña del 23J ante 5.000 simpatizantes, rodeado de sus primeros espadas y con el respaldo de líderes internacionales
Feijóo pide el voto a los populares
El presidente de Vox, Santiago Abascal, en el mitin de cierre de campaña en Madrid, en la plaza de Colón
«¡Que no funciona el botón azul, que no funciona, o rojo o verde! ¡No hay más!». La metáfora del cierre de campaña, en boca de Iván Espinosa de los Monteros, resume en un par de frases, más bien de exclamaciones vehementes propias de ... un mitin, la idea central de Vox en su particular camino a las urnas. El partido derechista se reivindica como la verdadera «alternativa» al socialismo, frente a un PP que promete firmeza cuando está en la oposición, pero que luego titubea en el Gobierno para derogar las leyes promovidas por el PSOE y sus aliados.
En la icónica madrileña plaza de Colón, donde Vox se vistió de largo en febrero del 2019 en la célebre manifestación donde se unieron por primera vez PP, Ciudadanos y Vox para exigir elecciones anticipadas a Pedro Sánchez, Santiago Abascal ha puesto el broche final a quince días donde se ha recorrido España para reclamar a los votantes que apoyen su proyecto este domingo.
El calor, por fin, tras días de mítines a altas temperaturas, ha dado tregua en Madrid y los termómetros no han alcanzado los treinta grados. En un ambiente festivo, ante unos 5.000 simpatizantes según Vox, el partido ha lanzado varios mensajes con destino a los indecisos entre ellos y los populares. Rodeado de la plana mayor de su formación, y con el respaldo de una quincena de líderes internacionales -entre ellos mensajes grabados de los primeros ministros de Italia, Hungría y Polonia, Giorgia Meloni, Viktor Orbán y Mateusz Morawiecki-, Abascal ha sacado músculo de la fuerza de su formación, pese al retroceso que prevén todas las encuestas, que le presagian pérdidas de hasta casi treinta diputados en el Congreso.
Rocío Monasterio, Javier Ortega Smith, María Ruiz, Juan García-Gallardo, Pepa Millán, Iván Espinosa de los Monteros, Jorge Buxadé y el secretario general del partido, Ignacio Garriga, han reclamado el voto a Vox antes de dar paso al postre: el esperado discurso de un Abascal aclamado, como es propio de estas fechas, al grito de «presidente, presidente». Buxadé se ha permitido citar hasta a Gandalf y Garriga ha advertido que el sufragio al PP, lejos de ser útil, es un «voto confuso».
De todos ellos ha tomado el testigo Abascal para incidir en el mismo mensaje. Recogiendo el guante de Espinosa de los Monteros, ha proclamado: «Frente a este Gobierno estamos solos porque otros le han blanqueado y le han tendido la mano. Solo Vox se atreve al cambio que hace falta. El botón azul lleva mucho tiempo sin funcionar. Hay mucha gente que tiene fe y le vuelve a dar, pero me atrevo a pedirles su confianza. Somos capaces de representarles. No les vamos a fallar».
Los asistentes corean '¡Que te vote Txapote!' y Abascal reivindica la legitimidad del cántico
Abascal ha vuelto a criticar con dureza las ofertas de Núñez Feijóo a Sánchez para que gobierne la lista más votada o para que sus partidos suscriban cinco pactos de Estado tras las elecciones de este domingo y ha lamentado, según él, que el PP tienda la mano a todos los partidos salvo a Vox. «A todos, menos a Vox. ¡Que les vote Sánchez!», ha clamado Abascal, provocando en ese momento una respuesta espontánea del público.
Las 5.000 almas ahí congregadas han coreado '¡Que te vote Txapote!' como si se tratase de un himno futbolístico. En los últimos días, el lema que alude a un etarra para criticar los pactos del PSOE y Unidas Podemos con EH Bildu, coalición que integra a los herederos del antiguo brazo político de ETA, ha enfrentado a las víctimas del terrorismo. Una parte de ellas considera que es una falta de respeto, como pregona la izquierda, y otra defiende su uso como crítica a Sánchez. Abascal, sin repetir las cuatro palabras de la discordia, sí ha defendido su uso como un canto que nace, ha dicho, «del pueblo». «Nace del profundo respeto a las víctimas del terrorismo y del profundo rechazo a los terroristas y a sus socios. Que no intenten confundir», ha aseverado.
Vox, el voto «seguro»
Antes, en el arranque de su intervención, venía de repasar «la mentira» de Sánchez a los electores socialistas, la «traición» a los españoles con la incorporación a la dirección del Estado de ERC y Bildu y la «verdadera excepción ibérica», en referencia a que España es el único país de la Unión Europea, subraya, con comunistas en su Ejecutivo. Ha citado también los estados de alarma inconstitucionales para hacer frente a la pandemia del Covid-19, la suelta de agresores sexuales como consecuencia de los efectos indeseados de la ley del 'solo sí es sí', la «agenda globalista que nadie ha votado» -la Agenda 2030 para combatir el cambio climático-, etcétera. Todo una ristra de argumentos para cargar contra quienes aún están dispuestos a buscar un entendimiento no ya con el sanchismo, sino con el socialismo.
Si de Vox depende, pasado este domingo negociará con el PP para conformar un gobierno de coalición que permita poner fin a los cinco años de Sánchez en el Palacio de la Moncloa. Pero para eso necesita hacerse con la fuerza suficiente para ser decisivo y que los populares no tengan otras opciones ni la izquierda -algo que solo prevé el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS)- pueda reeditar mayoría. De ahí la insistencia desde hace semanas: el voto a Vox, repiten sus líderes, es un voto «seguro»; al PP, «jugar a la lotería».