Abascal promete ante 3.000 murcianos no ceder al «chantaje» del PP para investir a López Miras

A su llegada a la plaza del Cardenal Belluga, abarrotada ya media hora antes del arranque del acto, Abascal ya ha reiterado ante los medios de comunicación que no, que su formación no cambiará de postura tras el 23J en la Región de Murcia y exigirá entrar en el Gobierno autonómico para hacer valer los votos del casi dieciocho por ciento de murcianos que escogieron su papeleta el 28 de mayo.

Ya en el escenario donde ha tenido lugar el mitin, ante más de 3.000 personas según Vox, Abascal ha iniciado su intervención, aclamado como en casi ninguna otra ciudad, sin circunloquios. Para el dirigente derechista el lleno en el evento es sinónimo de que los murcianos no han abandonado a su formación, pese a las acusaciones de bloqueo a la investidura del popular Fernando López Miras.

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El lunes 10, en plena campaña de las generales, Vox votó por segunda vez en contra de la investidura de López Miras por la negativa del PP a compartir el Ejecutivo regional. El reloj para la repetición electoral echó a andar entonces, mientras PP y Vox se lanzan a la cabeza sus respectivos argumentarios para culpar al de enfrente de que pese a la clara victoria de la derecha en las urnas el 28M, la Región de Murcia siga sin un gobierno.

«Habéis sacrificado Murcia en el altar del señor Feijóo para someternos a un chantaje. Supongo que desconociendo a Vox o a mí. Habéis pasado por Murcia a líderes del PP pensando que los murcianos se iban a olvidar de Vox e iban a pasar a apoyarles a ellos», ha clamado Abascal, a las primeras de cambio, en alusión al PP murciano, al que culpa de someterse al dictado de Génova 13 por intereses electorales de la dirección nacional del partido.

«Os doy las gracias por llenar esta plaza masivamente para defender nuestros votos, nuestra dignidad. Lo que hemos defendido antes del 23 de julio es lo que defenderemos, pase lo que pase en las elecciones, dentro de una semana», ha continuado Abascal, tan firme como aplaudido por los asistentes, en un escenario donde ha garantizado que su único «miedo» es «traicionar» a todos esos murcianos presentes este jueves, a quienes hace apenas dos meses les prometió que si Vox tenía la fuerza suficiente, entraría en el Gobierno autonómico para imprimir un giro radical en las políticas regionales.

El PP esgrime que solo le faltan dos diputados para la mayoría absoluta para reclamar a Vox una abstención, pero Abascal, como ha vuelto a hacer este jueves, contrapone que su formación casi obtuvo el dieciocho por ciento de los votos frente al doce por ciento que logró Ciudadanos hace cuatro años, cuando sí entró en el Gobierno regional. «El voto de los murcianos no se regala», ha sentenciado, entre aplausos y silbidos de aprobación.

Antes que él, el líder de Vox en la Región de Murcia, José Ángel Antelo, también ha rechazado las acusaciones de bloqueo a la par que ha tendido la mano al PP para alcanzar un acuerdo y evitar el segundo paso por las urnas. Entre medias de los dos, la diputada y número uno por la circunscripción de Murcia el 23J, Lourdes Méndez Monasterio, ha reclamado el voto a Vox como la garantía de que se cumplen las promesas electorales frente a la incertidumbre de la papeleta de sus excompañeros populares.

Ha tenido también tiempo Abascal de reiterar sus críticas al actual Gobierno nacional, como en cada intervención suya, y de soltar alguna pulla a Pedro Sánchez y a Yolanda Díaz por el guante blanco entre ambos en el debate de este miércoles. Este viernes, el presidente de Vox visitará Albacete por la mañana antes de regresar a Madrid, donde en la plaza de Colón, la que unió por primera vez en el ya lejano febrero del 2019 a PP, Ciudadanos y Vox, cerrará una campaña que ansía que le abra las puertas del Palacio de la Moncloa. El domingo dictará sentencia.